ESTADOS UNIDOS.- En el programa "Kilos Mórbidos", de Discovery Home & Health, se documentan las historias de personas que padecen sobrepeso mórbido, al enfrentar su adicción por la comida y luchar por recuperar el control de sus vidas.

Crystal es una mujer que padece obesidad mórbida y necesita de una máquina de oxígeno, debido a que su sobrepeso dificulta que el aire llegue a sus pulmones.

Además, padece de presión arterial alta, paro cardiaco congestivo e inflamación de piernas causada por la retención de líquidos.

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Pese a que el levantarse cada mañana requiere de un gran esfuerzo de su parte, la mujer tiene dos hijas -una de 14 años y otra de 12 años de edad- quienes la ayudan con las tareas de la casa, lo cual le beneficia al no poder moverse con facilidad.

Me necesitan, así que tengo que levantarme y empezar el día, pero algunos días son peores que otros, y por eso a veces mi hija Ivoriana me ayuda a levantarme. Ella es la mayor, es dulce, amable y muy servicial. No sé qué haría sin ella. Siempre me apoya"

Crystal explica que, a pesar de la ayuda de sus hijas, caminar le cuesta mucho trabajo puesto que comienza a sudar al minuto de mantenerse parada y sus rodillas comienzan a temblar.

Todo lo que realmente quiero hacer es comer"

La madre de dos comenta que su felicidad se basa en la comida, aunque esa sea la razón de su problema.

En una escena se muestra cómo ella y sus dos hijas preparan uno de sus desayunos más frecuentes: panqueques con tocino y huevos. A los primeros les agrega crema batida y miel en exceso.

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Como todo el día porque siempre tengo hambre. Siempre quiero comer y la gente no me entiende. Piensan: 'bueno, si dejas de comer perderás peso'"

Crystal reconoce que padece de adicción a la comida, describiendo la sensación como placentera mientras ingiere los alimentos, pero después se siente culpable.

La comida es mi único escape. Es mi única alegría. Y, además de mis hijas, es la única razón por la que me levanto. Me hace feliz, y me hace olvidar lo que no me hace feliz"

Reconoció, además, que se siente culpable por la vida que les está ofreciendo a sus hijas al padecer la adicción.

¿Cómo inicio su relación 'poco saludable' con la comida?

Cuando era pequeña, Crystal vivía con su hermano, su mamá, su abuela y su bisabuela en una casa. Su madre y su abuela trabajaban para mantenerlos, por lo cual casi no pasaba tiempo con su mamá y anhelaba con frecuencia su atención.

Alrededor de los 5 o 6 años, su madre intentaba comer con ella siempre que podía, "por lo que comer juntas se convirtió en algo que disfrutábamos. Si había comido o no, no importaba. Yo quería comer lo que fuera porque quería comer con mi mamá".

Fue desde entonces que Crystal comenzó a subir de peso y desmedir su ingesta de alimentos.

A sus 7 años pesaba 36 kilos.

Cuando cumplió 9 años, su madre se casó, por lo cual tuvieron que mudarse a otra casa con su padrastro y los hijos de éste.

No obstante, todo empeoró cuando un miembro de su familia abusó sexualmente de ella y, al no saber cómo hacer frente a la situación, la comida se convirtió en su refugio.

Al cursar la escolaridad de secundaria, el peso de Crystal aumentó a 136 kilos.

En el programa, Crystal comenzó a asistir a terapias que la podrán ayudar a salir de su problema y, eventualmente, bajar los kilos extra que su cuerpo no necesita.

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