Mujer es atacada desde el cielo por una serpiente y un halcón mientras cortaba el césped

TEXAS.- En una tarde apacible de julio, mientras realizaba labores de jardinería en la propiedad de su familia en Silsbee, Texas, Peggy Jones vivió un momento aterrador que difícilmente olvidará. Montada en un tractor y cortando el césped en una tarea rutinaria, fue sorprendida por un inusual y peligroso ataque desde el cielo.

Una serpiente cayó del cielo y rápidamente se enroscó alrededor de mi antebrazo derecho", contó, citada por The Washington Post.

En cuestión de segundos, un halcón se unió al inusual ataque, luchando por reclamar a su presa. Jones, con el dolor y el miedo, relata cómo el halcón la apuñaló y arañó mientras intentaba volar con la serpiente.

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Esta insólita lucha se tornan aún más dura cuando Jones narra cómo la serpiente, de al menos cuatro pies de largo (1.21 metros), no cesaba de atacar su rostro, llegando incluso a golpear sus gafas.

Grité durante todo ese tiempo: '¡Ayúdame, Jesús! ¡Por favor, ayúdame, Jesús!'", recuerda Jones.

Con valentía y determinación, Jones resistió el insólito doble ataque. El halcón, en su insistencia por arrebatar la presa, realizó múltiples intentos. "Fue la experiencia más aterradora que he vivido", confiesa Jones, mientras relata cómo luchó por sobrevivir a la violenta lucha en medio del césped.

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Finalmente, tras una feroz lucha de algunos segundos que cuenta, le parecieron una eternidad, el halcón logró liberar a Jones de la serpiente y voló lejos. En tanto, la mujer se encontró en un estado de shock mientras se dirigía hacia su esposo, Wendell, quien había escuchado sus gritos de angustia y se acercó en su cortadora de césped.

El horror en los ojos de Jones lo hizo darse cuenta de que algo terrible había ocurrido. Wendell la llevó rápidamente a su camioneta Dodge Ram y la condujo al hospital de emergencia a unos 15 minutos de distancia.

Difícil recuperación

En el hospital, los médicos se ocuparon de las heridas de Peggy Jones con cuidado. Limpiaron sus heridas, aplicaron vendajes y le administraron antibióticos para prevenir infecciones.

Aunque inicialmente creían que las marcas en su brazo eran mordeduras de serpiente, luego de un análisis más detenido, determinaron que eran en realidad heridas causadas por las garras del halcón en su intento de arrebatar la serpiente.

Los médicos le recetaron a Peggy un régimen de antibióticos para asegurarse de que sus heridas sanaran adecuadamente y para prevenir cualquier posible infección. A pesar del alivio de saber que las heridas no eran venenosas, Peggy continuó enfrentando una dura recuperación física y emocional.

Fue una experiencia muy extraña y angustiosa. Y solo agradezco a Dios que esté viva para contarla", dijo, citada por The Washington Post.