Cuba aprueba uso de emergencia de sus vacunas Soberana 2 y Soberana Plus

LA HABANA.- Cuba autorizó el uso de emergencia de sus vacunas Soberana 2 y Soberana Plus contra el Covid-19, con lo que suman tres inmunizantes desarrollados por científicos cubanos y los primeros de América Latina, informó la autoridad reguladora de medicamentos del país (Cecmed).

Elaboradas por el estatal Instituto Finlay de Vacunas (IFV), estas fórmulas mostraron en los ensayos clínicos una eficacia del 91,2% al combinar dos dosis de Soberana 02 y una de refuerzo de Soberana Plus.

Tras un "riguroso proceso de evaluación de los candidatos vacunales Soberana 02 y Soberana Plus, cuyo titular es el Instituto Finlay de Vacunas, el CECMED decidió otorgarles el Autorizo de Uso en Emergencias (AUE)", señaló en un comunicado este organismo.

Lo anterior, se da en momentos en que Cuba vive una fuerte incidencia de contagios de Covid-19 y un mes después de que Abdala, otro inmunizante cubano, se convirtió en la primera vacuna concebida y desarrollada en la isla.

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La falta de medicamentos, las difíciles condiciones en hospitales y centros para aislar a los contagiados y un proceso lento de inmunización con la vacuna Abdala y los candidatos vacunales contra el Covid-19, son de los peores obstáculos descritos por los cubanos cuando hablan del rebrote la pandemia en la isla.

Las malas condiciones de los centros de asilamiento es un fenómeno, no hay ningún tipo de medida higiénica”, dijo desde Alamar, La Habana, José Antonio Pompa a la Voz de América.

Pompa externó que “a la gente les da fiebre y no hay ningún tipo de medicamento para contrarrestar lo que pueda traer la COVID, que es fiebre o dolor de cabeza”.

Además, el país caribeño está en marcha un estudio de intervención sanitaria con la vacuna Abdala, según el Minsap, más de tres millones de personas han recibido ya el ciclo completo de tres dosis de esos preparados contra el coronavirus.

Cabe destacar que Cuba no integra el mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que las naciones de ingresos medios y bajos adquirieran vacunas, ni tampoco las compró en el mercado internacional.

Con información de El Economista e Infobae