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Crisis en Venezuela revela división en la UE

La Unión Europea reiteró su interés por una "solución política y pacífica a través de elecciones libres y justas" en Venezuela. 

Las naciones europeas hicieron el martes un exhorto a la calma en Venezuela y pidieron convocar a elecciones como una manera de resolver la crisis política que aqueja al país sudamericano.

Sin embargo, no hubo una postura unificada sobre si apoyar o condenar las acciones de la oposición para destituir al presidente Nicolás Maduro.



Oficialmente, la Unión Europea reiteró su posición de pedir una “solución política y pacífica a través de elecciones libres y justas”, dijo Maja Kocijancic, portavoz de la Comisión Europea, en rueda de prensa.



El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, surgió como la voz más fuerte del bloque común en apoyo a la oposición. En un tuit, Tajani dijo que los eventos eran “un momento histórico para el regreso a la democracia y la libertad en Venezuela”, y señaló que la liberación del activista Leopoldo López de arresto domiciliario era una “gran noticia”.



“¡Vamos Venezuela libre!”, escribió Tajani, un importante líder conservador.



Todos excepto cuatro miembros de la UE respaldaron la moción inicial de febrero de apoyar al líder opositor venezolano Juan Guaidó cuando se proclamó presidente encargado del país.

Esos cuatro fueron: Italia, Grecia, Chipre y Eslovaquia.



Italia se ha declarado neutral sobre la situación en Venezuela, reflejando las divisiones que hay en el gobierno de coalición del país entre la Liga, partido de derecha y que favorece a Guaidó, y el Movimiento 5 Estrellas, que se ha opuesto a respaldarlo.



El gobierno griego de izquierda tampoco ha cedido a la presión para respaldar a Guaidó y no ha manifestado su apoyo a Maduro, como lo ha hecho en el pasado. En su lugar, ha dicho que unas elecciones son la única forma de acabar con la crisis.

Chipre y Eslovaquia han adoptado una postura similar.



Eslovaquia no reconoce a Guaidó como presidente legítimo, manifestó Boris Gandel, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. Sin embargo, añadió que ningún representante eslovaco asistió a la investidura de Maduro y eso mostró que el país no reconoce los resultados de los comicios presidenciales del año pasado.



España, que ha recibido el crédito por fijar la postura de la UE en cuanto a Venezuela, ha caminado por una línea muy delgada hasta ahora. Aunque el gobierno español de centroizquierda fue el primero entre sus pares europeos en respaldar a Guaidó y reconocer a uno de sus socios como el “enviado especial del presidente legítimo” en Madrid, no utilizó el término de “embajador”.



Ello permitió que España mantuviera las relaciones diplomáticas con el gobierno de Maduro y la embajada de Venezuela en Madrid abierta. El ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, ha recomendado no tomar la misma postura que el gobierno de Estados Unidos sobre que “todas las opciones están sobre la mesa” y buscar un “cambio de régimen” en Venezuela, sino más bien, facilitar unas elecciones libres y justas.



España “no respalda ningún golpe militar”, aunque considera a Guaidó como la persona “legitimada para llevar adelante una transformación democrática” en Venezuela, manifestó la portavoz del gobierno español, Isabel Celaá.



“Guaidó representa la alternativa”, agregó y exhortó a que se evite un derramamiento de sangre de todas las partes involucradas.



La crisis venezolana ha resonado fuertemente en España, donde el tema divide a los partidos políticos.



Miles de venezolanos han migrado a España en los últimos años o buscan asilo en el país, incluidos miembros destacados de la oposición y exfuncionarios que trabajaron de cerca con el fallecido expresidente Hugo Chávez. Más de 177 mil españoles viven en Venezuela.



España ha promovido el papel del Grupo Internacional de Contacto, encabezado por la UE, que busca convocar a elecciones y un canal seguro para enviar ayuda humanitaria a Venezuela. El GIC ha sido criticado por la oposición venezolana, que ha dicho que ayuda a que Maduro se mantenga en el poder.



Las autoridades estadounidenses, incluido el vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado Mike Pompeo y el asesor de seguridad nacional John Bolton, rápidamente emitieron declaraciones en apoyo a la oposición.



“¡Estamos con ustedes! Estados Unidos estará con ustedes hasta que se restaure la libertad y la democracia”, tuiteó Pence.



El gobierno del presidente Donald Trump ha encabezado los llamados para que se reconozca a Guaidó como el presidente legítimo de Venezuela y ha ganado el respaldo de 54 naciones. Sin embargo, las gestiones para reclutar a más se han estancado mientras Maduro se aferra al poder.



En Moscú, el presidente ruso Vladimir Putin discutió la crisis en Venezuela con su cuerpo de seguridad. Rusia es un aliado clave de Maduro y uno de los principales proveedores de armas de su gobierno.



Las agencias de noticias rusas reportaron que el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Putin planteó la cuestión durante una reunión programada con su Consejo de Seguridad.



La reunión “prestó una atención significativa a los reportes noticiosos sobre un intento de golpe de Estado en ese país”, dijo Peskov, pero no proporcionó más detalles.



El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia pidió a la “oposición radical” de Venezuela que se retire y se “abstenga de la violencia”.



“Es importante evitar los disturbios y el derramamiento de sangre”, señaló el ministerio en un comunicado, y añadió que los problemas de Venezuela “deberían resolverse a través de un proceso responsable de negociaciones sin condiciones previas”.



También exhortó a la oposición a evitar una “injerencia destructiva del extranjero”.

El secretario general de las Naciones Unidas Antonio Guterres pidió a todas las partes de Venezuela a ejercer un “máximo control” para evitar cualquier acto de violencia y tomar medidas inmediatas para restaurar la calma.