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"Caníbal de las Ventas": Mata y come a su mamá en España; niega lo segundo

La defensa de Alberto sostiene que "no es una persona mala, sino enferma"; peritos confirmaron hallazgos de ADN de su mamá en su boca.

MADRID, España.-El jurado popular ha considerado culpable por unanimidad a Alberto S.G., conocido como "el caníbal de Ventas", de matar, descuartizar y comerse parte del cuerpo de su madre tras una discusión en la casa de la víctima en 2019, sin eximentes ni atenuantes por problemas mentales.

Fuentes jurídicas han informado a Efe de que ésta ha sido la decisión del jurado popular encargado de enjuiciar los hechos, que se reunió ayer martes a mediodía para deliberar y ha dado su veredicto a última hora de esta tarde.

Arrepentido, pide perdón a mujeres y madres

Alberto S.G, el caníbal de Ventas, ha asegurado que está "muy arrepentido" de haber matado a su madre debido a su estado mental y ha pedido perdón "a todas las mujeres y madres", en una sesión del juicio en la que su defensa ha aceptado una condena por homicidio pero reducida a tres o seis años de cárcel debido a su enfermedad.

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid ha concluido este viernes las sesiones del juicio que inició el pasado 19 de abril contra Alberto S.G., acusado de un delito de homicidio y de profanación de cadáver, por matar a su madre, trocearla e ingerir sus restos en el domicilio de la víctima, en el barrio de Ventas de la capital.

Queda pendiente del juicio que el próximo martes la Sala comunique al jurado popular el objeto del veredicto: los puntos sobre los que tendrá que decidir y argumentar antes de dar su conclusión.

La letrada del acusado ha modificado este viernes su petición inicial de absolución al considerar probado durante el juicio que Alberto mató a su madre y descuartizó el cadáver, pero ha solicitado que se le aplique una eximente incompleta por la alteración psiquiátrica que padece, por la que "no es una persona normal", de manera que la pena se reduzca a tres años y seis meses de cárcel.

El Imparcial: imagen de artículo

En su defecto ha solicitado que se le reconozca una atenuante muy cualificada por la que estaría en prisión seis años y cuatro meses de cárcel.

Para la defensa no está probado que el acusado comiera partes de su madre, por lo que no hay profanación de cadáver, y ha sostenido que "no es una persona mala, sino enferma" cuya madre era alcohólica y no había cuidado de él, y que no se puede descartar que sufriera un brote psicótico el día del crimen.

Por su parte la Fiscalía ha mantenido en sus conclusiones finales una petición de quince años de cárcel por homicidio y de cinco meses de prisión por profanación de cadáver al considerar probado que Alberto mató a su madre, María Soledad, entre finales de enero de 2019 y finales de febrero, la descuartizó y acabó ingiriendo algunas partes del mismo.

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La fiscal ha defendido que el acusado "sabía lo que hacía y podía distinguir el bien y el mal" y estaba "en plenas facultades mentales" cuando mató a su progenitora, ya que no sufre una patología psicótica sino brotes puntuales, y ha sostenido que Alberto "miente" para reducir su pena y debe ser condenado para hacer justicia y para que no lo vuelva a hacer.

Durante su derecho a la última palabra Alberto ha cambiado su discurso con respecto al primer día de juicio, en el que dijo que no se acordaba del crimen ni de lo que hizo en los días posteriores, y ha pedido perdón, asegurando que sufre "cada día".

"Estoy muy arrepentido, totalmente; sufro ansiedad desde que me levanto, pienso en mi madre y se me cae el alma al suelo", ha contado al jurado popular.

El Imparcial: imagen de artículo

Y ha continuado: "Pido perdón a toda mi familia, a mi hermano, a todas la mujeres y a todas las madres, estoy arrepentido", tras relatar que él oía voces y alucinaciones y lleva "años con brotes psicóticos" cuando decidió ir en enero de 2019 a casa de su madre y cometió el crimen.

En ese momento vivía en una tienda de campaña en la calle y no se le ocurrió otra opción. "Además me sentía solo y echaba de menos a mi madre", ha dicho.

Ha insistido en que él tenía alucinaciones sobre "asesinatos, violencia y sexo" y que con su madre se llevaba "más o menos bien" pero siempre le llamaba "enfermo" y que eso le fue minando.

Alberto ha hecho uso de la última palabra tranquilo y centrado, como ha seguido todas la sesiones el juicio, y con menos dificultad para expresarse que el primer día.

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