Bolsonaro niega que en Brasil haya hambre, luego dice que un poco
Brasil está al borde de una nueva recesión, y la pobreza va en aumento.

RÍO DE JANEIRO.-El hambre severa no es un problema en Brasil, afirmó el viernes el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
El mandatario reconoció que las cosas pueden “andar mal” y la gente quizá “no coma bien”. Pero, agregó: “Decir que en Brasil se pasa hambre es una gran mentira”.
Brasil está al borde de una nueva recesión, y la pobreza va en aumento, causando que los expertos expresen preocupación de un posible incremento del hambre severa.
El presidente dijo que en Brasil no hay personas con “físicos esqueléticos como los que se ven en otros países”.
En 2004, Brasil fue retirado del mapa del hambre de Naciones Unidas, y según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en los últimos tres años, menos de 2,5% de los brasileños estaban desnutridos.
De acuerdo con estadísticas del gobierno, 54,8 millones de brasileños son pobres, alrededor de 26,5% de la población.
Se retracta
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se retractó este viernes de una declaración dada este mismo día durante un encuentro con corresponsales extranjeros y admitió luego que una "pequeña parte" de la población brasileña "pasa hambre".

"Es un país en el que no sabemos por qué una pequeña parte pasa hambre y otros todavía se enferman", declaró Bolsonaro durante el acto de celebración del Día Nacional del Fútbol en el Ministerio de Ciudadanía.
Para Bolsonaro es "inaceptable" que eso pase "en un país tan rico" como Brasil, "con tierras fértiles, agua en abundancia y hasta con un desierto nordestino que tiene una precipitación pluviométrica (lluvias) mayor de la que tiene Israel", que con sus dificultades climáticas y topográficas consigue producir alimentos.
Horas antes, en un encuentro con corresponsales extranjeros, el mandatario había dicho que es una "gran mentira" que en su país se pase hambre y comentó que no se ve a "gente esquelética" como en otros países.
"Plantas en el asfalto un grano de maíz y crece (...) Es un país rico para cualquier tipo de plantación. Decir que se pase hambre en Brasil es una gran mentira, que se come mal, es cierto. No se ve a gente pobre con el físico esquelético como en otros países", añadió.
De acuerdo con Bolsonaro, "decir que se pasa hambre en Brasil es un discurso populista. Es solo eso".
"Lo que tenemos que hacer es facilitar la vida del emprendedor, de quien quiere producir. Y no hacer un discurso enfocado en la masa. Si ocurre eso, acabaremos como Venezuela", concluyó.
En su segunda intervención del día, al ser cuestionado sobre si la nueva declaración era una retractación, Bolsonaro se molestó y amenazó con interrumpir el diálogo con los periodistas.
No estoy viendo ningún flaco aquí. ¿Tenemos problemas alimentarios en Brasil?, tenemos. No es culpa mía, viene de atrás", aseveró.
El concejal de Río de Janeiro Carlos Bolsonaro, hijo del mandatario y el más activo en las redes sociales de padre, cuestionó en su perfil de Twitter el encuentro del jefe de Estado con los corresponsales extranjeros.
"¿No sé por qué el presidente insiste en ese tal desayuno semanal con 'periodistas'? Absolutamente todo lo que él dice es sacado de contexto para perjudicarlo. Sé exactamente lo que pasa y por quién, pero no puedo hablar nada porque sería 'fuego amigo' (contra el Gobierno) ¡El sistema no parará!", escribió el concejal.
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