EEUU pide a sus embajadas en América Latina reportar delitos ligados a la “migración masiva” y revisar políticas que facilitan flujos, en línea con el endurecimiento migratorio de Donald Trump

El gobierno de EEUU pidió a sus embajadas en América Latina que informen sobre delitos asociados a lo que denomina “migración masiva” y que revisen políticas públicas locales que, a su juicio, facilitan estos flujos.

La instrucción forma parte del endurecimiento de la agenda migratoria impulsada por el presidente Donald Trump desde su regreso al poder en enero. La directriz incluye analizar medidas que “dan prioridad a los migrantes sobre los ciudadanos” y exhortar a los gobiernos de la región a actuar contra presuntas violaciones de derechos humanos vinculadas con la migración irregular.

La Casa Blanca presume cifras de salidas del país durante 2025, aunque no ha presentado datos verificables que respalden todos los números difundidos. Este contexto marca un contraste con la etapa previa, cuando la Administración de Joe Biden priorizó programas económicos y de gobernanza para atender causas estructurales de la migración.

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¿Qué pidió EEUU a sus embajadas en América Latina?

De acuerdo con EFE, el Departamento de Estado instruyó a las representaciones diplomáticas a reportar delitos derivados de la “migración masiva” y a evaluar políticas gubernamentales que, según su criterio, facilitan esos movimientos. También solicitó exhortar a los gobiernos a combatir lo que define como violaciones de derechos humanos asociadas a estos flujos.

En su mensaje, la dependencia señaló:

EEUU insta a los gobiernos a proteger sus fronteras y defender a sus ciudadanos de las violaciones de los derechos humanos provocadas por la migración masiva”.

El argumento central del gobierno de Trump

El comunicado sostiene que la migración irregular y las redes que la facilitan impactaron la seguridad interna antes del refuerzo fronterizo actual. En palabras del propio mensaje:

La migración masiva y las redes criminales que la facilitan causaron estragos en Estados Unidos antes de que el presidente Trump reforzara la seguridad fronteriza”.

Este enfoque se alinea con una campaña antimmigratoria que prioriza control fronterizo, deportaciones y restricciones de ingreso.

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¿Qué cifras presenta EEUU sobre deportaciones y salidas?

El Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS) afirmó recientemente que 2025 fue “un año de logros sin precedentes”, con:

• 605 mil personas deportadas
• 1.9 millones de indocumentados que salieron voluntariamente del país

No obstante, la Casa Blanca no ha aportado datos públicos que respalden la cifra de salidas voluntarias. Este punto es relevante para el lector, ya que la verificación independiente de números oficiales no está disponible hasta el momento.

Restricciones de ingreso y alcance de la política

Desde enero, la administración Trump endureció las reglas de entrada con restricciones totales y parciales para ciudadanos de casi 40 países, además de ampliar operativos de control y expulsión. La medida busca reducir cruces irregulares y desarticular redes de tráfico de personas, según la narrativa oficial.

¿Cómo contrasta con la política migratoria anterior?

Durante el gobierno de Joe Biden, EEUU activó programas económicos y de cooperación para atender causas de la migración, entre ellas:

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• Mala gobernanza
• Corrupción
• Delincuencia
• Violencia
• Falta de oportunidades económicas

Ese enfoque priorizaba prevención y desarrollo en países de origen y tránsito. El cambio actual desplaza el énfasis hacia:

• Seguridad
• Presión diplomática
• Control

¿Qué implica para los países de la región?

Para los gobiernos latinoamericanos, la instrucción de EEUU supone mayor escrutinio sobre sus políticas migratorias y presión para ajustar marcos legales y operativos. También anticipa intercambio de información sobre delitos y cooperación en seguridad, con el riesgo de tensiones diplomáticas si existen diferencias de enfoque.

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