Colisión aérea en Nueva Jersey: Muere segundo piloto de helicóptero; testigo relata intento por salvarle la vida
Investigación de la FAA y NTSB busca causas del choque entre dos aeronaves manejadas por pilotos amigos; accidente ocurrió cerca de un aeródromo sin torre de control en Hammonton.

Dos pilotos experimentados, amigos desde hace mucho tiempo, fallecieron tras la colisión en el aire de sus helicópteros el pasado domingo en Hammonton, Nueva Jersey.
El suceso, ocurrido a pocos kilómetros de un aeródromo local, no sólo conmocionó a la comunidad de aviación, sino que pudo tener consecuencias más graves de no haber ocurrido en una zona rural.
Las investigaciones federales ya están en marcha para determinar las causas exactas del impacto, que dejó un primer fallecido en el lugar y a un segundo piloto que luchó por su vida hasta el día siguiente.
Cronología del accidente cerca de Filadelfia
El accidente ocurrió alrededor de las 11:25 de la mañana del domingo en Hammonton, una localidad situada aproximadamente a 56 kilómetros al sureste de Filadelfia, Pensilvania.
Los dos helicópteros colisionaron en pleno vuelo. Según el Jefe de Policía de Hammonton, Kevin Friel, declaraciones de testigos revelaron que los dos helicópteros volaban cerca del otro justo antes del choque.
El punto del impacto fue un campo agrícola, a aproximadamente dos kilómetros y medio del aeropuerto local. No había torre de control en la zona.
Las víctimas: Dos pilotos con un vínculo personal
Según New York Post, los pilotos fallecidos fueron identificados como:
- Michael Greenberg, de 71 años y residente de Sewell, quien falleció en el lugar del accidente.
- Kenneth Kirsch, de 65 años y residente de Carney’s Point, quien fue trasladado por aire a un hospital cercano, pero falleció el día lunes a causa de sus heridas.
Las autoridades confirmaron que ambos hombres eran amigos desde hacía mucho tiempo. Tenían la costumbre de desayunar juntos en un café cercano al lugar del accidente, según reportes locales.
El testimonio clave: la respuesta inmediata de una vecina
Los helicópteros cayeron en la propiedad de Caitlyn Collins, una residente de Hammonton, quien al escuchar el violento choque, corrió al exterior para ayudar.
Encontró a Kenneth Kirsch con vida. En una entrevista con KYMA, Collins relató su intento por mantenerlo con vida mientras llegaba la ayuda profesional.
Lo único que pude pensar en hacer fue sentarme, tomar su mano y hablarle”, dijo Collins. Agregó: “Solo sostuve su mano y le dije: ‘Todo va a estar bien. Todos vienen por ti. Todos sabemos que estás aquí. Estás a salvo aquí. Las sirenas son para ti. Ya vienen en camino. Solo tienes que quedarte’”.
Collins logró apoyar a Kirsch hasta que los servicios de emergencia llegaron; sin embargo, el piloto falleció al día siguiente a causa de las graves heridas.
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Un escenario de potencial mayor tragedia
El Jefe de Policía Kevin Friel destacó que, dadas las circunstancias, el desenlace pudo ser incluso más trágico. Señaló a KYMA la cercanía con una zona poblada:
En esta área, hay un hogar de ancianos que alberga a cientos de personas. Eso pudo haber sido un evento catastrófico”.
El hecho de que el accidente se produjera en un campo abierto, alejado inmediatamente de infraestructura crítica o alta densidad poblacional, evitó una escalada en el número de víctimas.
La investigación en curso: ¿Qué causó la colisión?
La causa exacta del choque sigue sin determinarse. Dos agencias federales de Estados Unidos tienen a cargo la investigación:
- La Administración Federal de Aviación (FAA)
- La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB)
Ambas agencias se esperaba que estuvieran en el lugar del accidente durante el día lunes para recabar evidencias. Su trabajo será crucial para entender la secuencia de eventos.
La pregunta central: ¿Cómo se coordinan los vuelos sin torre de control?
Este accidente pone sobre la mesa un aspecto operativo clave en aeródromos pequeños como el de Hammonton: la ausencia de una torre de control de tráfico aéreo.
En estos casos, la responsabilidad de la separación y comunicación recae completamente en los pilotos.
El abogado de aviación Pablo Rojas lo explicó a KYMA:
Se espera que los pilotos estén y deben estar en comunicación entre ellos”.
La investigación deberá aclarar si hubo fallas en esta comunicación, problemas técnicos en alguna aeronave, errores de juicio o una combinación de factores.
El proceso de la investigación federal
El proceso liderado por la NTSB es metódico y puede tomar meses. Incluye el análisis de los restos de las aeronaves, la revisión de cualquier dato de telemetría o comunicaciones, los reportes meteorológicos y las entrevistas a testigos.
El objetivo final es emitir un informe con “hallazgos probables” y recomendaciones de seguridad para prevenir accidentes similares en el futuro. Las familias de los pilotos y la comunidad de aviación local aguardarán esas conclusiones.
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