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ADN y balística vinculan a Ashlee Buzzard con el asesinato de su hija, Melodee Buzzard, después de que sus restos fueran hallados en Utah con heridas de bala; la menor había desaparecido tras un viaje con su madre

Tras dos meses de búsqueda en ocho estados, el hallazgo fortuito del cuerpo en Utah y el cruce de evidencias forenses llevaron al arresto de Ashlee Buzzard, quien se declaró inocente del asesinato de su hija de 9 años.

ADN y balística vinculan a Ashlee Buzzard con el asesinato de su hija, Melodee Buzzard, después de que sus restos fueran hallados en Utah con heridas de bala; la menor había desaparecido tras un viaje con su madre

La desaparición de Melodee Buzzard, una niña de 9 años de California, movilizó durante meses a agencias federales y estatales en ocho estados.

Sin embargo, el descubrimiento fortuito de sus restos en un camino rural de Utah cambió por completo la investigación. Las autoridades pasaron de buscar a una niña desaparecida a investigar un homicidio.

La evidencia forense, incluyendo balística y ADN, fue la clave para señalar a la principal sospechosa: la propia madre de la víctima, Ashlee Buzzard, quien ha declarado no ser culpable del cargo de asesinato en primer grado.

La causa de muerte: lo que revelaron los restos

De acuerdo con CNN, el hallazgo decisivo ocurrió el 8 de diciembre en Caineville, una zona remota de Utah. Una pareja que buscaba tomar fotografías encontró restos humanos parcialmente descompuestos.

El examen forense determinó de manera concluyente que la persona había muerto por heridas de bala en la cabeza.

Dos semanas después, el 22 de diciembre, el Laboratorio Criminal del FBI confirmó mediante análisis de ADN familiar que los restos correspondían a Melodee Buzzard. Este resultado permitió a los investigadores obtener una orden de arresto por asesinato contra la madre.

La prueba clave: el vínculo balístico

Una de las conexiones físicas más sólidas entre Ashlee Buzzard y el crimen fue establecida por la balística.

Durante un registro en el hogar de la familia en Lompoc, California, el 30 de octubre, los investigadores encontraron un casquillo percutido. Este casquillo fue ingresado a la base de datos nacional de imágenes balísticas (NIBIN).

Cuando se encontró el cuerpo en Utah, también se recuperaron cartuchos percutidos en la escena.

El sistema NIBIN marcó una coincidencia: los cartuchos de Utah estaban vinculados al casquillo único hallado en la casa de Buzzard. La acusación señala que el arma homicida fue una pistola de calibre 9mm.

El contexto: la desaparición y las acciones sospechosas

La investigación inició el 14 de octubre, cuando la escuela de Melodee reportó su prolongada ausencia.

Al buscar a la niña, las autoridades solo encontraron a Ashlee Buzzard, quien no dio “ninguna explicación verificable” sobre el paradero de su hija.

Los investigadores descubrieron que Buzzard había rentado un auto para realizar un viaje con su hija, en el cual imágenes de vigilancia mostraron a ambas usando pelucas como disfraz el 9 de octubre, cerca de la frontera entre Colorado y Utah.

Se cree que Melodee fue asesinada poco después de esta última captura en video.

Las autoridades también documentaron que, durante el viaje, Buzzard cambió la placa del auto, usó distintas pelucas y estacionaba en reversa en gasolineras, en un aparente intento por evadir las cámaras.

La acusación y la posición legal

Ashlee Buzzard fue arrestada el 26 de diciembre y acusada formalmente de asesinato en primer grado el 24 de diciembre. La denuncia penal la acusa de actuar con “crueldad” y de haber “acechado” a su hija, quien era “particularmente vulnerable”.

La fiscalía ha anunciado que no buscará la pena de muerte en caso de una condena, sino cadena perpetua sin libertad condicional.

Buzzard declaró “no culpable” durante su audiencia inicial y su abogado defensor no ha emitido comentarios públicos ante los medios. El sheriff Bill Brown afirmó que la sospechosa ha permanecido “no cooperativa” antes y después de su arresto.

Lo que aún se desconoce

A pesar de la evidencia reunida, dos elementos centrales permanecen sin respuesta para los investigadores:

  1. El motivo: Las autoridades no han podido establecer una razón clara para el presunto homicidio.
  2. El arma: El instrumento del crimen, la pistola de 9mm, no ha sido localizada.

El sheriff Brown calificó el crimen como un acto de “premeditación calculada, a sangre fría y con un grado de sofisticación criminal”.

La investigación, que requirió la coordinación de más de una docena de agencias, continúa activa. El FBI sigue analizando evidencia en el laboratorio y persiguiendo pistas pendientes, e insta al público a proporcionar cualquier información relevante.

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