Paz navideña bajo la sombra de los buques: El mensaje de unidad de Maduro llega en medio de máxima tensión con EE.UU. en el Caribe

VENEZUELA.- En un escenario marcado por una creciente tensión militar en el Caribe, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dirigió un mensaje navideño de paz, optimismo y unidad nacional. Según información de La Jornada, el mandatario, acompañado de la primera combatiente y diputada Cilia Flores, se dirigió desde la populosa parroquia de San Agustín en Caracas a todo el pueblo venezolano para afirmar que “2025 ha sido el primer año de una nueva era virtuosa, de logros y grandes transformaciones”. Este llamado a la armonía contrasta con la escalada diplomática y de defensa en la región, donde un reciente despliegue naval y aéreo de Estados Unidos ha sido interpretado por el gobierno venezolano como una provocación.

El mensaje, cargado de simbolismo religioso y patriótico, llegó en un momento de alta sensibilidad geopolítica. Horas antes de su alocución, el gobierno de Maduro había denunciado, a través del canciller Yván Gil, lo que calificó como una “amenaza inminente” por parte de Estados Unidos. La advertencia hacía referencia al envío de un portaviones y bombarderos nucleares B-52 a aguas del Caribe, un movimiento que, según reportó la agencia AP, forma parte de ejercicios militares planificados con Guyana. Maduro aprovechó la Navidad para proyectar una imagen de estabilidad interna frente a estas presiones externas.

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Un mensaje de “renacer” desde el corazón popular

Frente a una comunidad en San Agustín, Maduro construyó su discurso sobre los pilares de la fe, la resiliencia y el trabajo. “Dios siempre está de nuestro lado y testigo de que sus pruebas siempre nos han hecho mejores personas y en un mejor país”, declaró, instando a los venezolanos a sentirse orgullosos “de vivir este tiempo lleno de desafíos y nuevas posibilidades”. Aseguró que “Venezuela toda es una zona de paz y de hombres y mujeres libres”, un mensaje que busca reforzar la narrativa oficial de soberanía y fortaleza.

Cilia Flores, por su parte, complementó el tono conciliador. “Con la alegría de los niños, el pueblo celebrando, con cada familia, le damos al mundo un mensaje de amor y de fraternidad”, expresó. Ambos enfatizaron la preparación espiritual del país para recibir al Niño Jesús “desde la tierra de lo posible”, una frase que resume la intención del gobierno de presentar el momento actual como un punto de inflexión positivo.

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El contraste: la “amenaza” militar en el horizonte

La celebración navideña y el llamado a la paz chocan con la realidad estratégica que vive la región. La tensión se centra en la disputa histórica por el territorio de Esequibo, rico en petróleo, reclamado por Venezuela y administrado por Guyana.

El detonante de la última escalada fue el anuncio del Comando Sur de Estados Unidos sobre el despliegue de un grupo de ataque de portaviones y aviones de avanzada en el Caribe para realizar “operaciones y ejercicios de rutina”, como confirmó Reuters. Aunque Washington y Georgetown insisten en que se trata de actividades planificadas desde hace tiempo dentro de su cooperación de defensa, Caracas las ve de otra manera. El canciller Yván Gil afirmó, según la agencia AP, que se trata de una “acción provocadora” y una “amenaza inminente a la paz y estabilidad regional”.

Este despliegue es el más significativo en la zona desde que, a finales del año pasado, ambos países acordaron en Barbados no usar la fuerza y resolver la controversia por medios pacíficos. El mensaje navideño de Maduro puede leerse, en este contexto, como un esfuerzo por controlar la narrativa: proyectar serenidad y control interno mientras señala los peligros externos, utilizando la festividad religiosa más familiar del año como plataforma para un llamado a la cohesión nacional frente a lo que presenta como una adversidad compartida.