Tras 545 días de baja médica, la empresa despidió a una empleada con 15 años de antigüedad; ella lleva el caso a los tribunales
Una decisión judicial cerró el debate sobre la incapacidad prolongada
CIUDAD DE MÉXICO.- Una trabajadora del sector de limpieza, con casi 15 años de antigüedad en una empresa de Cataluña, llevó su despido hasta la máxima instancia judicial de España.
El motivo fue la terminación de su contrato justo después de concluir el periodo legal de incapacidad temporal, que se extendió por 545 días. El caso llegó al Tribunal Supremo, que confirmó que la empresa actuó conforme a la ley vigente.
La información fue dada a conocer a partir de resoluciones judiciales del Juzgado de lo Social número 32 de Barcelona, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y el propio Tribunal Supremo, así como medios nacionales como el Heraldo de México.
Este fallo no solo resolvió la situación particular de la trabajadora, sino que también fijó un criterio claro sobre qué ocurre cuando una incapacidad temporal llega a su límite legal. A continuación, te explico el contexto completo, el recorrido legal del caso y lo que esta decisión implica para empleados y empleadores.
¿Quién era la trabajadora y cuál era su situación laboral?
La mujer, cuya identidad se mantuvo reservada para evitar represalias, trabajaba como empleada de limpieza desde el año 2007. Tenía un contrato a jornada completa y percibía un salario bruto mensual aproximado de 1,612 euros, equivalentes a unos 34,050 pesos mexicanos al tipo de cambio actual.
Tras más de una década de servicio continuo, en octubre de 2020 inició una baja médica. A partir de ese momento, permaneció en situación de incapacidad temporal hasta agotar el plazo máximo que permite la ley española.
¿Qué ocurrió cuando terminó la incapacidad temporal?
Al cumplirse los 545 días de incapacidad temporal, la empresa decidió dar por finalizada la relación laboral. El 12 de abril de 2022, la trabajadora recibió un correo electrónico en el que se le notificaba el fin de su contrato y se adjuntaba la liquidación correspondiente.
La cantidad entregada fue de 1,769.93 euros, alrededor de 37,386 pesos. Para la empleada, este monto era insuficiente y no reflejaba su antigüedad ni su situación de salud.
¿Por qué la trabajadora decidió demandar?
La mujer consideró que su despido no estaba justificado. En su demanda argumentó que el simple agotamiento del tiempo de incapacidad temporal no debía ser motivo automático para extinguir el contrato laboral.
Además, señaló que el Instituto Nacional de la Seguridad Social ya le había reconocido una incapacidad permanente total para su profesión habitual, lo que, a su juicio, debía ofrecerle mayor protección laboral.
El recorrido del caso por los tribunales
El primer fallo lo emitió el Juzgado de lo Social número 32 de Barcelona. Esta instancia determinó que la empresa había actuado conforme a la normativa vigente y desestimó la demanda.
La trabajadora apeló ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que confirmó la decisión inicial. Ante estos resultados, decidió llevar el caso al Tribunal Supremo mediante un recurso de casación.
En su recurso, alegó que existían criterios distintos en casos similares y que su situación debía analizarse de otra manera. Sin embargo, el Tribunal Supremo rechazó el recurso al concluir que no había contradicción doctrinal y que los tribunales anteriores aplicaron correctamente la ley.
¿Cuál fue la decisión final del Tribunal Supremo?
El Tribunal Supremo determinó que la finalización del contrato, una vez agotado el periodo máximo de incapacidad temporal, se ajustó a derecho. Según la doctrina vigente, esta situación no constituye un despido improcedente por sí misma.
Con esta resolución, se confirmó que la empresa no incurrió en una actuación ilegal y que la indemnización entregada a la trabajadora era la correcta. En consecuencia, el monto que recibirá se mantiene en torno a los 1,600 euros, tal como se había calculado desde el inicio.
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