Rusia y China trazan la línea: respaldo diplomático total a Maduro frente a ‘hostilidades’ de EE.UU. y advertencia sobre riesgo para el comercio mundial

Los gobiernos de Rusia y China expresaron un respaldo diplomático total al presidente venezolano, Nicolás Maduro, frente a lo que calificaron como “hostilidades” y “prácticas hegemónicas unilaterales” por parte de Estados Unidos, en una clara señal de consolidación de un frente político en apoyo a Caracas ante la creciente presión militar estadounidense en el Caribe.

El canciller venezolano, Yvan Gil, anunció este lunes haber sostenido una conversación telefónica con su homólogo ruso, Sergei Lavrov. Según información de El Universal, Gil declaró en su canal de Telegram que Lavrov “expresó firmemente la solidaridad de Rusia con el pueblo venezolano y el presidente Nicolás Maduro Moros, y reiteró su pleno apoyo ante las hostilidades contra nuestro país”.

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Gil enfatizó que el ministro ruso afirmó que Moscú brindará “plena cooperación y apoyo” a Venezuela contra el bloqueo, respaldando además las acciones tomadas por Caracas en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El respaldo explícito de Beijing

En un mensaje posterior, el canciller venezolano extendió el agradecimiento oficial a China. “Expresé, en nombre del presidente Nicolás Maduro, sincera gratitud a la República Popular China por su firme defensa del derecho internacional y su rechazo a las prácticas hegemónicas unilaterales de Estados Unidos", escribió Gil, añadiendo que también se aprecia el apoyo al “legítimo derecho” de Venezuela para desarrollar libremente su comercio.

Preocupación conjunta por la escalada en el Caribe

Desde Moscú, la cancillería rusa detalló el contenido de la llamada. Tanto Lavrov como Gil “expresaron su profunda preocupación por la escalada de medidas de Washington en el Caribe”, advirtiendo que esta situación “podría tener consecuencias de gran alcance para la región y representar una amenaza para el tráfico marítimo internacional”.

Esta advertencia conjunta eleva el tono de la disputa, trasladando la crisis venezolana a un plano de potencial riesgo para la navegación y el comercio global, en un contexto donde la Guardia Costera de EE.UU. ha intensificado la persecución e incautación de petroleros sancionados vinculados a Caracas.

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El respaldo público de Moscú y Beijing marca una clara línea de contención diplomática frente a la presión militar y económica que Washington ejerce sobre el gobierno de Maduro, reforzando la narrativa de una confrontación entre bloques en la esfera internacional.