Tala un árbol en su propio terreno sin permiso y es sancionado con una multa equivalente a más de 180 mil pesos: Australia endurece castigos para proteger árboles urbanos
Un propietario fue multado tras retirar un árbol sin autorización, pese a que estaba en su terreno, en un caso que marca un precedente sobre cómo las autoridades australianas sancionan la tala no autorizada incluso en propiedades privadas
AUSTRALIA.- Un hombre fue sancionado con una multa de 9,600 euros, equivalentes a alrededor de 185 mil pesos mexicanos, luego de talar un árbol dentro de su propia propiedad sin contar con el permiso correspondiente, de acuerdo con autoridades locales. El caso fue considerado un precedente relevante en la aplicación de normas ambientales urbanas y refuerza el mensaje de que la propiedad privada no exime del cumplimiento de regulaciones ambientales.
La información fue reportada por Infobae, con base en datos difundidos por medios australianos.
¿Qué ocurrió y por qué fue multado el propietario?
El caso ocurrió en la ciudad de Bassendean, en Australia Occidental. De acuerdo con las autoridades municipales, el residente retiró un árbol aun sabiendo que necesitaba autorización previa, lo que motivó que el ayuntamiento iniciara un proceso legal en su contra.
Además de la multa económica, el propietario fue obligado a cubrir los honorarios legales del municipio, lo que incrementó el impacto financiero de la sanción.
La alcaldesa de Bassendean, Kath Hamilton, calificó el fallo como un “hito significativo” en la defensa del arbolado urbano.
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Por qué cortar un árbol puede ser ilegal, aunque sea tuyo
Las autoridades locales explicaron que el árbol retirado estaba clasificado como “árbol regulado”, una figura legal que protege ejemplares que cumplen ciertas características, incluso cuando se encuentran en terrenos privados.
En Bassendean, un árbol entra en esta categoría si:
- Mide más de 8 metros de altura
- Tiene una copa superior a 6 metros de ancho
- Presenta una circunferencia de tronco de al menos 1.5 metros
- No está catalogado como especie invasora o maleza
Bajo esta normativa, la tala sin autorización constituye una infracción, independientemente de la propiedad del terreno.
La política detrás de la sanción
La ciudad de Bassendean adoptó el año pasado una política de retención y provisión de árboles, cuyo objetivo no es solo plantar nuevos ejemplares, sino proteger los árboles maduros ya existentes.
Según la alcaldesa, los árboles jóvenes tardan años en ofrecer los mismos beneficios ambientales que los adultos, como sombra, regulación térmica y mejora de la calidad del aire.
El municipio busca alcanzar una cobertura de dosel del 30% para el año 2040, una meta que, según las autoridades, solo puede lograrse con la participación activa de la comunidad.
Un problema que se repite en todo el país
El caso de Bassendean no es aislado. De acuerdo con reportes citados por Infobae, la tala ilegal y el envenenamiento de árboles se ha convertido en un problema recurrente en distintas regiones de Australia, en muchos casos para mejorar vistas al mar desde propiedades privadas.
Las autoridades han detectado que estos actos ocurren con frecuencia en terrenos municipales, aunque también se presentan en propiedades particulares.
Multas mucho más altas en otras regiones
Las sanciones por dañar o talar árboles sin autorización varían según el estado, pero pueden ser considerablemente más severas:
- En Nueva Gales del Sur, las multas inmediatas rondan los 1,700 euros (más de 32 mil pesos mexicanos), pero pueden escalar hasta 124 mil euros (más de 2.4 millones de pesos) para particulares
- Para empresas, las multas pueden superar los 621 mil euros, es decir, más de 12 millones de pesos
- En Victoria, las sanciones parten de 2,100 euros, alrededor de 40 mil pesos mexicanos
Algunos ayuntamientos incluso han colocado carteles en los lugares donde antes había árboles, como medida simbólica para evitar que los infractores obtengan el beneficio visual que buscaban.
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¿Qué deja este caso?
Las autoridades locales subrayaron que el fallo envía un mensaje claro:los árboles protegidos no pueden ser retirados sin autorización, aun cuando se encuentren dentro de una propiedad privada.
El objetivo, insistieron, no es castigar de forma aislada, sino desincentivar una práctica que afecta el equilibrio ambiental urbano.
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