Condenan a cadena perpetua al “Doctor Muerte” en Francia tras comprobar que envenenó a 30 pacientes durante cirugías

La justicia francesa condenó a cadena perpetua al anestesiólogo Frédéric Péchier, acusado de envenenar de manera intencional a decenas de pacientes durante procedimientos quirúrgicos. El médico, de 53 años, fue declarado culpable tras un juicio de cuatro meses celebrado en la ciudad de Besançon, en el este de Francia.

De acuerdo con la Fiscalía, Péchier provocó 30 casos de envenenamiento, de los cuales 12 terminaron en la muerte de los pacientes, al introducir sustancias químicas peligrosas en bolsas de suero. La información fue difundida por agencias internacionales y autoridades judiciales francesas.

El caso es considerado uno de los más graves en la historia reciente del sistema de salud francés y expuso fallas estructurales en los controles médicos dentro de clínicas privadas.

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¿Quién es Frédéric Péchier y por qué fue condenado?

Frédéric Péchier ejercía como anestesiólogo en distintas clínicas de Besançon. El tribunal determinó que introdujo deliberadamente sustancias como cloruro de potasio o adrenalina en las bolsas de infusión de pacientes que serían sometidos a cirugías.

Estos químicos provocaban paros cardíacos o hemorragias graves, lo que obligaba a realizar intervenciones de emergencia en el quirófano.

En muchos casos, el propio Péchier intervenía después y se presentaba como quien “salvaba” a los pacientes, una conducta que, según la acusación, formaba parte del patrón criminal.

Las víctimas: de un niño de 4 años a adultos mayores

Entre las víctimas se encontraba un niño de 4 años, quien sufrió dos paros cardíacos durante una operación de amígdalas de rutina en 2016 y logró sobrevivir. La víctima de mayor edad tenía 89 años.

En 12 casos, Péchier no pudo intervenir a tiempo o no se encontraba presente, por lo que los pacientes murieron en la mesa de operaciones o poco después.

Durante el juicio, los fiscales fueron contundentes:

Usted es el Doctor Muerte, un envenenador, un asesino. Usted avergüenza a todos los médicos. Convirtió esta clínica en un cementerio”, afirmaron ante el tribunal.

El móvil: rencillas profesionales y búsqueda de reconocimiento

La Fiscalía sostuvo que Péchier actuó con la intención de desacreditar a otros anestesiólogos con los que mantenía conflictos laborales.

Aunque no siempre era el anestesiólogo principal, solía llegar temprano a las clínicas para manipular las bolsas de suero. Cuando surgían complicaciones, él mismo intervenía, diagnosticaba el problema y administraba el antídoto, reforzando su imagen de médico indispensable.

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El inicio de la investigación

La investigación comenzó formalmente hace ocho años, cuando Péchier fue vinculado a una serie de eventos médicos graves ocurridos entre 2008 y 2017 en dos clínicas de Besançon.

La alerta se encendió en 2017, tras detectarse niveles anormalmente altos de cloruro de potasio en la bolsa de infusión de una mujer que sufrió un infarto durante una cirugía de espalda.

Los investigadores identificaron un patrón en la clínica privada Saint-Vincent:

• El promedio nacional de infartos fatales bajo anestesia era de 1 por cada 100 mil cirugías.
• En esa clínica, la cifra era más de seis veces mayor.
• En la mayoría de los casos no se encontraba explicación médica clara.

Además, se observó que los incidentes desaparecían cuando Péchier se ausentaba para trabajar en otra clínica, donde, a su vez, aumentaban los casos similares. Cuando fue inhabilitado para ejercer en 2017, la anomalía desapareció por completo.

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Testimonios clave y contradicciones durante el juicio

Una de las primeras víctimas identificadas fue Sandra Simard, de 36 años, quien sufrió un paro cardíaco durante una cirugía de columna. Sobrevivió gracias a una intervención de emergencia, aunque quedó en coma.

Los análisis revelaron que sus bolsas de infusión contenían concentraciones de potasio 100 veces superiores a lo normal.

Durante el juicio, Péchier negó reiteradamente haber cometido delitos, aunque en algunos momentos reconoció que algunos pacientes pudieron haber sido envenenados, insistiendo en que él no era el responsable.

No soy un envenenador… Siempre he respetado el juramento hipocrático”, declaró ante el tribunal.

Sin embargo, su testimonio cambió varias veces, hasta admitir que debía existir un envenenador en la clínica, aunque negó serlo.

Cadena perpetua y posibilidad de apelación

El tribunal sentenció a Péchier a cadena perpetua, con un mínimo de 22 años en prisión antes de poder solicitar beneficios, pese a que permaneció en libertad durante todo el juicio.

El exanestesiólogo cuenta con 10 días para apelar, lo que abriría la puerta a un segundo juicio en el plazo de un año.

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Perfil psicológico y reacciones tras el fallo

Un psicólogo del tribunal describió a Péchier como una personalidad “Dr. Jekyll y Mr. Hyde”, con una fachada respetable y otra capaz de causar daño extremo.

Hijo de médicos, padre divorciado de tres hijos, intentó suicidarse en 2014 y en 2021.

Mientras sus hijos rompían en llanto al escuchar la sentencia, Péchier permaneció impasible.

Para las víctimas, el fallo marcó un cierre. “Es el fin de una pesadilla”, dijo Sandra Simard. Jean-Claude Gandon, otro sobreviviente, señaló: “Ahora podremos tener una Navidad más tranquila”.