Dos adolescentes se declaran culpables de homicidio en Estados Unidos; pertenecían a una pandilla controlada por el Cártel de Sinaloa

SAN DIEGO, California.- Dos adolescentes de 15 años se declararon culpables este viernes en una corte federal de ser sicarios a sueldo del Cártel de Sinaloa.

Los menores, identificados como Andrew Nunez y Johncarlo Quintero, admitieron haber viajado desde el área de Los Ángeles para ejecutar un doble atentado en Chula Vista el 26 y 27 de marzo de 2024, con el objetivo de ascender en la pandilla Westside Wilmas, afiliada a la mafia mexicana y al servicio del cártel.

Según los acuerdos de declaración de culpabilidad, la cadena de violencia comenzó la noche del 26 de marzo de 2024.

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Nunez y Quintero, miembros de la pandilla Westside Wilmas de Wilmington, condujeron hasta un restaurante Chili’s en Chula Vista, donde su objetivo (identificado como Víctima 1) cenaba con su familia.

Al salir al estacionamiento, Quintero disparó, impactando las piernas de la víctima. El arma se atascó tras el primer disparo, frustrando un segundo intento.

Nunez intentó luego atropellar a la Víctima 1 con el automóvil, sin éxito, y huyeron.

Horas más tarde, en la madrugada del 27 de marzo, los adolescentes, ahora acompañados por un cómplice mayor de 28 años, Ricardo Sanchez, se presentaron en el apartamento de lujo de la Víctima 1 para “terminar el trabajo”.

Cada uno esperaba un pago de aproximadamente $50,000 dólares

Al forzar la entrada, abrieron fuego indiscriminado dentro de la vivienda, donde se encontraban la familia de la Víctima 1 (incluyendo a la Víctima 2 y la Víctima 3, un menor) y un amigo (Víctima 4).

La Víctima 4 recibió disparos en la mano, brazo y rostro, pero sobrevivió. En defensa propia y de los demás ocupantes, la Víctima 4 respondió al fuego, matando a Sanchez.

Bajo la doctrina legal de “asesinato por acto provocativo”, Nunez y Quintero se declararon culpables por la muerte de su propio cómplice, ya que sus acciones provocaron directamente la respuesta fatal.

La estrategia de los cárteles: Reclutar menores para evadir penas mayores

El núcleo más revelador del caso está en las admisiones de los acusados. Según los documentos judiciales, fueron específicamente reclutados para el asesinato porque tenían 15 años.

Sabían que, si eran capturados, las leyes de California les impedían ser transferidos a cortes para adultos por tener menos de 16 años al momento del crimen, enfrentando así penas significativamente menores en el sistema juvenil estatal.

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“La deshonrosa táctica de los cárteles, pandillas callejeras y la Mafia Mexicana de usar niños menores de edad para actos asesinos para evadir castigos más severos no será tolerada”, declaró Mark Dargis, Agente Especial a Cargo de la Oficina del FBI en San Diego.

La investigación, un esfuerzo conjunto del FBI, la policía de Chula Vista y la Fuerza de Tarea contra el Crimen Organizado, estableció que la pandilla Westside Wilmas opera como una empresa criminal que, en asociación con la mafia mexicana, trafica drogas, distribuye armas, cobra “impuestos” y comete asesinatos para el Cártel de Sinaloa.

Los cargos federales, asesinato e intento de asesinato para favorecer al crimen organizado, fueron impuestos precisamente porque los crímenes se cometieron para promover los objetivos de esta empresa criminal.

La sentencia para Nunez y Quintero está programada para el 20 de marzo de 2026 ante el juez federal Todd W. Robinson.

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“Este resultado es consecuencia de un trabajo incansable y de una coordinación estrecha con nuestros socios regionales y federales”, afirmó Roxana Kennedy, Jefa de Policía de Chula Vista.