Rusia pide moderación y advierte “error fatal” de Estados Unidos por medidas que amenazan transporte marítimo en torno a Venezuela

Moscú, Rusia — En un comunicado oficial emitido este jueves, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dirigió una advertencia directa al gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Rusia espera que la administración estadounidense no cometa un “error fatal” en su política hacia Venezuela. La declaración, citada por la agencia Reuters, surge como respuesta a las más recientes medidas de presión de Washington sobre el gobierno de Nicolás Maduro, las cuales, según Moscú, amenazan la seguridad del transporte marítimo internacional y elevan las tensiones en la región de manera peligrosa.

Esta postura rusa no es un hecho aislado. Representa la reacción de un actor global clave frente a una estrategia estadounidense que ha intensificado su enfoque en las últimas semanas. El contexto es una escalada tangible, donde las sanciones económicas han dado un paso más hacia una acción naval directa.

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Medidas de EEUU que generaron la advertencia rusa

La advertencia del Kremlin es una respuesta a acciones concretas ordenadas por la Casa Blanca. El martes de esta semana, el presidente Donald Trump ordenó un “bloqueo” efectivo contra todos los petroleros sancionados que entran y salen de puertos venezolanos. Esta decisión busca estrangular los flujos de petróleo, principal fuente de ingresos del gobierno de Maduro.

La medida no es solo una declaración. La semana pasada, Estados Unidos ejecutó la incautación de un petrolero sancionado frente a las costas venezolanas. Este acto ha tenido un efecto práctico inmediato: varios buques cargados con millones de barriles de petróleo han optado por permanecer en aguas territoriales venezolanas, sin zarpar, por el temor a ser interceptados y confiscados. El resultado es un embargo naval de facto.

¿Cuáles son los argumentos centrales de la posición rusa?

Rusia fundamenta su crítica en dos ejes principales: el carácter unilateral de las acciones y el riesgo de una escalada regional. En su comunicado, el ministerio ruso declaró:

Observamos la continua y deliberada escalada de tensiones en torno a Venezuela, un país amigo nuestro. Es especialmente preocupante el carácter unilateral de las decisiones que suponen una amenaza para el transporte marítimo internacional”.

Moscú no se limita a la crítica. Propone una salida: la normalización del diálogo directo entre Washington y Caracas. Expresó su confianza en que Estados Unidos evitará inmiscuirse en una situación que, según su visión, tendría “consecuencias impredecibles para todo el hemisferio occidental”. Reiteró, además, su apoyo explícito al “rumbo del Gobierno de Maduro”.

Hubo más voces oficiales desde Rusia sobre este tema

De manera separada, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, hizo declaraciones complementarias dirigidas a la comunidad internacional. Peskov señaló a periodistas que desde Moscú “vemos que las tensiones aumentan en la región y consideramos que esto es potencialmente muy peligroso”.

El portavoz reveló un dato relevante, el presidente Vladimir Putin mantuvo recientemente una conversación telefónica con Nicolás Maduro. Desde esa posición de interlocución directa, el llamado ruso se amplía: “Pedimos a todos los países de la región que actúen con moderación para evitar cualquier desarrollo impredecible”.

La situación plantea un escenario de alta sensibilidad. Cualquier incidente naval involucrando a buques de bandera rusa o vinculados a empresas con conexiones rusas podría transformar la crisis venezolana en un punto de conflicto internacional más amplio.

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