¿Quién es José Antonio Kast? El nuevo presidente de ultraderecha de Chile

Santiago.- A unos 40 minutos de la capital chilena, en la comuna de Buin, donde nació y creció José Antonio Kast, se levanta el santuario Valle de María, una pequeña iglesia rodeada de jardines, flores y silencio. Allí, el ahora presidente electo de Chile, devoto de la Virgen de Schoenstatt, suele asistir a misa junto a su familia, lejos del ruido político que hoy lo coloca en el centro del poder.

“Él y su familia vienen permanentemente al Valle de María. Participan de las misas dominicales y sus hijos formaron parte de las ramas juveniles del movimiento de Schoenstatt”, relató a La Nación una integrante de la comunidad religiosa.

Si alguna vez Kast pidió en silencio llegar a la presidencia, sus plegarias se materializaron este domingo 14 de diciembre, cuando una mayoría de chilenos lo eligió en las urnas, coronando un recorrido político largo y accidentado.

Un triunfo marcado por el cambio del clima político

La victoria de Kast llega en su tercer intento presidencial. En 2021, fue derrotado con claridad por Gabriel Boric, en un contexto dominado por el estallido social y una ciudadanía que priorizaba transformaciones estructurales. Cuatro años después, el escenario es otro.

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El avance del crimen organizado, la crisis migratoria, el desgaste del proceso constituyente y una creciente demanda de orden, seguridad y certidumbre desplazaron la agenda social. En ese nuevo contexto, el discurso de Kast encontró un terreno más fértil.

Su triunfo no solo refleja una campaña eficaz, sino un giro profundo en las prioridades del electorado chileno, donde la seguridad se convirtió en el eje central del debate público.

De outsider a líder consolidado de la derecha

Kast inició su camino presidencial en 2017, cuando no logró pasar al balotaje, pero instaló su figura a nivel nacional con una campaña frontal, antiestablishment y marcada por la llamada “batalla cultural”. Desde entonces, fue construyendo un espacio propio dentro de la derecha, lo que le valió comparaciones con figuras como Donald Trump, Jair Bolsonaro y Javier Milei, por su estilo directo y retórica polarizante.

Con el tiempo, sin abandonar sus convicciones conservadoras, moderó el tono ideológico y reorientó su discurso hacia temas concretos: economía, seguridad, orden público y migración, ampliando su base electoral hacia sectores de clase media y votantes de centro.

La dictadura, su punto más controvertido

Uno de los flancos más sensibles de su carrera ha sido su postura frente a la dictadura de Augusto Pinochet. Kast ha defendido aspectos del régimen en materia económica y de seguridad, y ha cuestionado lo que considera una visión “sesgada” sobre las violaciones a los derechos humanos.

En 2021, afirmó que “si Pinochet estuviera vivo, votaría por mí”, una declaración que provocó rechazo entre organismos de derechos humanos.

También sostuvo que en Chile “no hubo una dictadura típica latinoamericana”, afirmaciones que siguen acompañándolo y dividiendo opiniones.

Trayectoria política y ruptura con la derecha tradicional

Abogado de la Universidad Católica, Kast inició su carrera en los años 90 en la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido fundado por Jaime Guzmán, uno de sus principales referentes. Fue dirigente juvenil, concejal en Buin y diputado durante cuatro periodos consecutivos.

En 2016, rompió con la UDI al considerar que la derecha tradicional había “perdido sus convicciones”. De esa ruptura surgió el Partido Republicano, hoy una de las principales fuerzas políticas del país.

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Familia, religión y controversias históricas

La historia de Kast está profundamente marcada por su familia. Su hermano mayor, Miguel Kast, fue uno de los economistas clave del régimen militar y miembro de los Chicago Boys.

Su padre, Michael Kast Schindele, llegó a Chile en los años 50 tras haber servido en la Wehrmacht y haber estado afiliado al Partido Nacionalsocialista alemán, antecedente que reaparece en cada elección. Kast ha sostenido que su padre “no fue un nazi activo”, sino un soldado que siguió órdenes.

Criado en un entorno católico, austero y disciplinado, Kast es el menor de diez hermanos, está casado con Pía Adriasola y es padre de nueve hijos. Uno de ellos, José Antonio “Toño” Kast, fue electo diputado recientemente.

Educación, negocios y críticas

A través de la Inmobiliaria Padua, Kast participa en la Sociedad Educacional Campanario, sostenedora del Colegio Campanario, vinculado al movimiento de Schoenstatt. Su esposa y su hijo forman parte del directorio.

Para sus críticos, esto refleja una superposición entre fe, política y negocios; para su entorno, es coherencia entre vida personal y proyecto político.

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Un gobierno de “emergencia”

Ya como presidente electo, Kast ha definido su futuro mandato como un “gobierno de emergencia”. En entrevista con La Nación, afirmó:

“Todas aquellas materias que nos dividan las vamos a dejar de lado para enfrentar los problemas sociales urgentes”.

Entre sus principales propuestas destacan:

• Expulsión de hasta 340 mil migrantes irregulares
• Blindaje de la frontera norte con vallas y zanjas
• Mayor despliegue policial
• Tipificar la migración irregular como delito
• Recorte fiscal de 6 mil millones de dólares en 18 meses, sin afectar el gasto social