Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Mundo / China

Cómo el enfriamiento en las relaciones diplomáticas entre Japón y China impacta a los pandas, el cine y la música

Los últimos pandas gigantes abandonarán Japón, mientras que conciertos de artistas japoneses son cancelados y películas de anime enfrentan limitaciones en China, en medio de un enfriamiento diplomático por la postura de Tokio sobre el Estrecho.

Cómo el enfriamiento en las relaciones diplomáticas entre Japón y China impacta a los pandas, el cine y la música

El nuevo enfriamiento en las relaciones entre Japón y China se manifiesta más allá de las declaraciones diplomáticas.

Tres frentes visibles para el público de ambos países muestran la tensión: el inminente regreso de los últimos pandas gigantes desde Tokio, la cancelación abrupta de conciertos de artistas japoneses en China y la decisión de no extender la cartelera de una exitosa película de anime.

Estos eventos ocurren tras las declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, sobre un posible escenario de contingencia en Taiwán, un tema de extrema sensibilidad para Beijing.

La situación ilustra cómo los desacuerdos geopolíticos tienen consecuencias directas en los intercambios culturales y simbólicos entre las dos potencias asiáticas.

El símbolo peludo: Japón se queda sin pandas por primera vez en 50 años

De acuerdo con The Mainichi, los pandas gigantes han sido un pilar de la diplomacia cultural china desde 1972, cuando el primer par llegó a Japón para conmemorar la normalización de relaciones.

Ahora, ese símbolo se retira. A finales de enero, los hermanos Xiao Xiao y Lei Lei, nacidos en 2021 en el Zoológico de Ueno en Tokio, serán repatriados a China. Su partida, pactada en el acuerdo de préstamo, dejará a Japón sin ningún panda por primera vez en alrededor de medio siglo.

Lo que hace significativo este regreso es la incertidumbre que le sigue. Normalmente, tras la devolución de unos ejemplares, se negocia el préstamo de otros nuevos. Sin embargo, las perspectivas para un nuevo acuerdo son, en este momento, inciertas.

La razón directa, según analistas, es el deterioro en la relación bilateral tras las declaraciones de la primera ministra Takaichi del 7 de noviembre, donde sugirió que un conflicto en Taiwán podría ser una “situación que amenace la supervivencia” de Japón, lo que potencialmente llevaría a una acción de sus fuerzas de autodefensa en apoyo a Estados Unidos.

Para China, que considera a Taiwán una parte inalienable de su territorio, estas palabras fueron una grave provocación.

Te puede interesar: La historia que separa a China y Japón: la ocupación japonesa, el nacionalismo y las tensiones actuales

La pantalla que se apaga: límites al éxito del anime japonés en China

El impacto no se limita a la diplomacia oficial. La industria del entretenimiento también está sintiendo la presión.

Un ejemplo claro es el tratamiento de la última película de “Demon Slayer: Infinity Castle”. La cinta, un éxito global, se estrenó en China el 14 de noviembre y recaudó más de 675 millones de yuanes (unos 96 millones de dólares) en 28 días, ubicándose entre las 10 animaciones extranjeras más taquilleras en el país.

A pesar de este éxito comercial, su exhibición no fue extendida tras cumplir su periodo inicial de cartelera el jueves pasado.

Esta decisión contrasta con el tratamiento dado a otro éxito japonés reciente, “The First Slam Dunk”, cuya proyección fue extendida y reestrenada en 2023 y 2024, acumulando 663 millones de yuanes.

La falta de extensión de “Demon Slayer” decepcionó a fans y generó especulaciones sobre una motivación política.

Adicionalmente, China pospuso en noviembre los estrenos de otras dos películas japonesas: “Cells at Work!” y la última entrega de la franquicia “Crayon Shinchan”.

El silencio en el escenario: cancelaciones repentinas de artistas japoneses

El tercer frente es el de las presentaciones en vivo. Un incidente reciente capturó la naturaleza abrupta de estas medidas.

La cantante japonesa Maki Otsuki, cuya música forma parte del anime “One Piece”, fue interrumpida en medio de su presentación en el Bandai Namco Festival 2025 en Shanghai.

Un video en redes sociales muestra cómo las luces se apagaron y la música se detuvo mientras cantaba, para luego ser escoltada fuera del escenario por personal del evento. Su presentación del día siguiente también fue cancelada, y finalmente todo el festival fue suspendido.

Otsuki no es la única. Otros artistas de alto perfil como la estrella del J-pop Ayumi Hamasaki, la pianista de jazz Hiromi Uehara y el musical “Pretty Guardian Sailor Moon” han visto canceladas sus presentaciones en China en las últimas semanas.

El periodista y experto en cultura pop asiática Soichiro Matsutani comentó que “la situación que rodea al negocio del entretenimiento japonés podría volverse aún más severa”, recordando una dinámica similar que ocurrió entre China y Corea del Sur hace una década.

Te puede interesar: Japón denuncia que aviones chinos fijaron radar de ataque sobre sus aeronaves: por qué aumenta la tensión militar cerca de Okinawa y qué implica para la región

El contraste: Taiwán se abre a los artistas japoneses

Mientras las puertas se cierran en China continental, se abren en Taiwán: el primer ministro taiwanés, Cho Jung-tai, declaró el 5 de diciembre que da la bienvenida a los cantantes idol japoneses para que visiten y se presenten en la isla.

Agradeció el apoyo de la primera ministra Takaichi a la estabilidad en el Estrecho de Taiwán, calificándolo de “muy conmovedor”.

Artistas como Mika Nakashima ya han agotado localidades en Taipei, y Momoko Kikuchi tiene programada su primera presentación en Taiwán para febrero. Este contraste subraya la naturaleza política del conflicto cultural.

Cooperación en otros frentes: un diálogo sanitario que continúa

A pesar de la tensión, algunos canales de diálogo técnico se mantienen. Japón, China y Corea del Sur celebran una reunión ministerial de salud este domingo en Seúl.

Es significativo que China haya decidido enviar a un funcionario de su ministerio de salud en lugar del ministro titular, un gesto que suele interpretarse como una muestra de descontento diplomático.

Previamente, China ya había pospuesto una reunión trilateral de ministros de cultura. El ministro de salud japonés, Kenichiro Ueno, expresó su intención de reafirmar la relación cooperativa entre los tres países.

La situación actual demuestra un patrón recurrente en las relaciones internacionales: los vínculos culturales y los símbolos de amistad, como los pandas, suelen ser las primeras víctimas de un deterioro diplomático.

El futuro de estos intercambios dependerá de la evolución del diálogo político entre Tokio y Beijing, particularmente alrededor del delicado tema de Taiwán. Por ahora, los ciudadanos de ambos países son testigos de cómo la geopolítica define el acceso a la cultura, el entretenimiento e incluso a los animales más carismáticos.

Te puede interesar: China busca reforzar cooperación con América Latina y el Caribe ante planes expansionistas de Estados Unidos

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados

HISTORIAS