Por órdenes de Marco Rubio, el Departamento de Estado abandona la tipografía Calibri por considerarla parte de “la agenda woke”

WASHINGTON, Estados Unidos.- El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha ordenado a sus diplomáticos abandonar la tipografía Calibri en las comunicaciones oficiales y regresar a la clásica Times New Roman, revirtiendo una medida implementada hace poco más de un año.

La directiva, emitida por el secretario de Estado Marco Rubio, se presenta como un esfuerzo por restaurar el “decoro y el profesionalismo” y abolir lo que califica como un “programa derrochador” de las iniciativas de Diversidad, Equidad, Inclusión y Accesibilidad (DEIA, por sus siglas en inglés).

La orden fue comunicada a las misiones diplomáticas a través de un cable interno el miércoles 11 de diciembre, reportado inicialmente por la agencia Reuters y confirmado posteriormente por The Independent.

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En 2023, durante la administración del presidente Joe Biden, el entonces secretario de Estado Antony Blinken había autorizado el cambio a Calibri.

La justificación, ampliamente documentada por estudios de accesibilidad, señalaba que esta tipografía sin serifa (sans-serif) era más legible para personas con discapacidades visuales, debido a su diseño más minimalista y abierto, como confirmaron investigaciones de instituciones como el W3C (World Wide Web Consortium).

La nueva administración, sin embargo, enmarca el regreso a Times New Roman en una visión diferente

Un portavoz del Departamento de Estado declaró a The Independent que este estándar “se alinea con la directiva del Presidente ‘Una Voz’ para las Relaciones Exteriores de Estados Unidos”, enfatizando la necesidad de una “voz unificada y profesional”.

El portavoz añadió: “Las tipografías serif [como Times New Roman] siguen siendo el estándar en tribunales, legislaturas y agencias federales donde la permanencia y la autoridad del registro escrito son primordiales”.

El cambio es la última manifestación de la cruzada del presidente Donald Trump y sus aliados para erradicar lo que denominan políticas “woke” y de DEI dentro del gobierno federal, a las que han calificado públicamente como “omnipresentes y destructivas”.

Para la actual administración, la tipografía se ha convertido en un campo de batalla más en esta “guerra cultural”.

Según un reporte de The New York Times, el personal del Departamento de Estado utilizó Times New Roman como estándar entre 2004 y 2023.

Antes de ese período, la tipografía oficial era Courier New, una fuente de máquina de escribir que el periódico describió como “la esencia de la modernidad de principios de la década de 1960”.

La medida ha generado debate entre diseñadores, expertos en accesibilidad y analistas políticos.

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Mientras algunos ven en Times New Roman un símbolo de tradición y formalidad, otros argumentan que el retroceso en una decisión basada en criterios de accesibilidad universal es un paso atrás.

La directiva no aclara si se mantendrán adaptaciones para personas con discapacidad en otros formatos o canales de comunicación.

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Con esta orden, una simple elección tipográfica se transforma en un gesto político de alto nivel, en donde la administración Trump-Rubio continúa proyectando la imagen de autoridad tradicional y continúan las decisiones que intentan desmantelar sistemáticamente las políticas asociadas con la anterior administración, incluso en los detalles más aparentemente triviales de la diplomacia estadounidense.