Una isla deshabitada entre Maine y New Brunswick reaviva la única disputa territorial entre Canadá y Estados Unidos
Un senador canadiense presiona a su gobierno para que afirme su soberanía sobre la Isla Machias Seal, un pequeño territorio reclamado por ambos países y hogar de una colonia de frailecillos.
En el límite marítimo entre Maine y New Brunswick existe una zona gris. No en el mapa, sino en la ley. Allí, rodeada por las frías aguas del Golfo de Maine, se encuentra la Isla Machias Seal, un pedazo de tierra sin habitantes permanentes pero con una historia de más de un siglo.
De acuerdo con BBC, este pequeño territorio es la única porción de tierra que Canadá y Estados Unidos disputan abiertamente. Ahora, la mención de una empresa de tours estadounidense en un sitio web gubernamental canadiense ha reavivado el debate.
Un senador ha puesto el tema sobre la mesa, preguntando por qué Ottawa permite y promueve, según su perspectiva, una narrativa que cuestiona la soberanía nacional.
¿Qué es la Isla Machias Seal y por qué se disputa?
La Isla Machias Seal es un islote rocoso y despoblado con forma de lágrima cuyo único edificio permanente es un faro construido en 1832, operado actualmente por guardacostas canadienses que se rotan en el lugar.
No hay pobladores, pero sí miles de aves. La isla es un santuario migratorio de aves marinas. El gobierno de Canadá la describe como “una de las colonias de anidación de aves marinas más importantes” y allí se encuentra una de las colonias más sureñas del frailecillo atlántico.
La disputa sobre a quién pertenece se remonta a más de cien años. Tanto Canadá como Estados Unidos reclaman soberanía sobre ella y las aguas circundantes, un área conocida como la “Zona Gris”.
El detonante: un tour estadounidense y una lista gubernamental
El senador Jim Quinn, de New Brunswick, centró la atención en un detalle operativo. En los papeles de orden del Senado para ser discutidos este martes, el senador cuestionó a dos instancias.
La fuente de su reclamo es la información pública disponible: preguntó al Departamento de Pesca y Océanos de Canadá, que administra la tierra, por qué emite un permiso a una compañía estadounidense que “describe activamente a la Isla Machias Seal como parte del estado de Maine”.
También preguntó por qué esta empresa, Bold Coast Charter Company, aparece listada en el sitio web del gobierno canadiense. En su página, Bold Coast anuncia tours a la “Isla Machias Seal - La colonia de frailecillos más grande en la Costa de Maine”.
La compañía aclara que sus operaciones están autorizadas por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. y reconoce la disputa histórica.
La postura del senador Quinn: “un punto poco definido en nuestra frontera”
El senador ve esta situación como una vulnerabilidad. En declaraciones al medio Global, conectó este tema puntual con la relación bilateral general.
Eso es inaceptable en estos días, especialmente con donde estamos con nuestros vecinos del sur”, afirmó. “Estamos siendo presionados de muchas maneras, y sin embargo aquí hay un punto poco definido en nuestra frontera al que nadie está prestando atención”.
Su llamado es claro: cree que Canadá debe afirmar su soberanía sobre la isla y pedir que Bold Coast reconozca esa posición.
El contexto histórico y el fallo que define (casi) todo
Esta no es una disputa nueva. En 1984, la Corte Internacional de Justicia emitió un fallo crucial. No resolvió a quién pertenecía la isla, pero delimitó la frontera marítima en el Golfo de Maine.
Este fallo le dio derechos pesqueros a ambos países en las aguas de la zona. Desde entonces, pescadores estadounidenses y canadienses han operado en el área.
Sin embargo, la disputa sobre la tierra, y sobre la gestión de la pesca de langosta local, ha persistido. Estados Unidos ha acusado en repetidas ocasiones a Canadá de aplicar medidas comerciales injustas en este ámbito.
Un telón de fondo de tensión bilateral
La solicitud del senador no surge en un vacío. Se enmarca en un período de mayor fricción entre los dos países: Donald Trump implementó aranceles que afectaron a Canadá y realizó comentarios refiriéndose a Canadá como el “estado 51”.
Estas acciones y declaraciones crearon un clima de roce que hace que asuntos simbólicos como la soberanía sobre una pequeña isla cobren relevancia política adicional.
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