Maduro cambia su estrategia, adopta mensajes en inglés y apela a la paz mientras Estados Unidos incrementa la presión militar; la oposición busca fracturar al chavismo y el gobierno venezolano refuerza su unidad interna para sostenerse en medio de amenazas externas

VENEZUELA — Durante años, el presidente Nicolás Maduro criticó el uso de frases en inglés y llegó a pedir públicamente que en Venezuela se eliminaran palabras como skatepark y fashion. Sin embargo, su estrategia comunicacional cambió en medio de las crecientes tensiones con Estados Unidos. Ahora canta Imagine, de John Lennon, promueve mensajes de paz y baila al ritmo de un eslogan en inglés: “No War, Yes Peace”.

Su giro ha sido interpretado por sectores de la oposición como una muestra de vulnerabilidad. Líderes opositores han reiterado a sus aliados en Washington que una amenaza militar podría quebrar el círculo cercano del mandatario, aunque meses de presión no han producido deserciones internas ni una transición política, de acuerdo con Univisión.

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¿Por qué Maduro mantiene el control pese a la presión externa?

La permanencia de Maduro está vinculada a un sistema de castigo y recompensas que ha fortalecido la cohesión interna del movimiento conocido como chavismo, heredado del expresidente Hugo Chávez.

“Hay una habilidad que tiene la Revolución Bolivariana que es la capacidad de cohesión contra la presión”, explicó Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario.“Cuando la presión viene del exterior, se logran cohesionar, se logran defender, se logran proteger”.

De acuerdo con Univisión, Rodríguez señaló que la red política que sostiene al gobierno se apoya en corrupción tolerada desde años anteriores, permitiendo que ministros, jueces, mandos militares y otros funcionarios acumulen beneficios a cambio de lealtad. Quienes se apartan del gobierno, por el contrario, enfrentan castigos severos, que pueden incluir prisión o tortura, especialmente en casos con vínculos militares.

Esta estructura ha sido clave para que Maduro conserve el control de las fuerzas armadas, a las que permite operar actividades ilícitas que incluyen tráfico de drogas, petróleo, fauna silvestre y otros bienes, a cambio de mantener cuarteles firmes y sin intentos de levantamiento.

“Ha sido una herramienta muy efectiva porque el chavismo siempre ha podido prescindir de aquellos actores que en algún momento tratan de levantarse”, añadió Rodríguez.“Y a todos los actores (les) ha podido sacar dinámicas de corrupción”.

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La oposición esperaba el apoyo militar tras las elecciones de 2024

Tras los comicios de 2024, la oposición política venezolana —encabezada por María Corina Machado, Premio Nobel de la Paz— confiaba en que el ejército desconocería a Maduro debido a la evidencia creíble de su derrota electoral. Sin embargo, altos mandos como el ministro de Defensa Vladimir Padrino López reiteraron su apoyo al gobierno, como ya había ocurrido en 2019 durante la breve revuelta militar a favor de Juan Guaidó.

La presión aumentó después del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, quien duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve al arresto de Maduro por cargos de narcotráfico. El Departamento de Estado designó al Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera, relacionándolo directamente con altos mandos venezolanos.

Maduro rechaza todas las acusaciones.

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Ataques en el mar y cierres del espacio aéreo elevan la tensión

A principios de septiembre, el ejército estadounidense comenzó a bombardear embarcaciones que consideró vinculadas al narcotráfico en el Caribe y el océano Pacífico Oriental, dejando más de 80 personas muertas.

Trump declaró que el espacio aéreo “sobre y alrededor” de Venezuela debería considerarse “cerrado en su totalidad”, lo que Caracas calificó como una “amenaza colonial”. En respuesta, el gobierno movilizó a sus simpatizantes y denunció una agresión contra la soberanía nacional.

En un episodio reciente, el piloto de Maduro rechazó un presunto intento de reclutamiento por parte de un oficial estadounidense retirado:

“Los venezolanos estamos hechos de otra ksa”, escribió.“Y lo que menos somos es traidores”.

Demostraciones de lealtad y movilización política

El martes, miles de simpatizantes del partido gobernante marcharon en Caracas para mostrar el “espíritu antiimperialista” del chavismo. El acto culminó con una ceremonia en la que Maduro levantó una espada enjoyada de Simón Bolívar y pidió a los asistentes jurar que defenderían la paz y la libertad.

La investigadora Susan Shirk, de la Universidad de California en San Diego, señaló que los gobiernos autoritarios tienden a buscar demostraciones públicas de unidad, ya que estas envían un mensaje de disciplina interna y desincentivan protestas.

¿Puede un despliegue militar cambiar el rumbo del país?

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, afirmó que la designación del Cártel de los Soles abre más opciones para enfrentar a Maduro, aunque no dio detalles. Funcionarios estadounidenses han expresado que no consideran aceptable un escenario donde Maduro conserve el poder.

Sin embargo, expertos señalan que las presiones externas suelen fortalecer al chavismo más que debilitarlo.

El profesor David Smilde, de la Universidad de Tulane, lo explicó de forma directa:

“Este es exactamente el tipo de cosas que los une”.“¿Qué militar en su sano juicio confiaría en el gobierno estadounidense?… Si toda la premisa es que las fuerzas armadas venezolanas son un cártel de la droga, ¿qué motivación podrían tener para volverse contra Maduro y participar en un cambio de régimen?”.

Maduro mantiene su base con prácticas políticas consolidadas

La presidencia de Maduro ha estado marcada por una prolongada crisis económica y social que ha impulsado a más de 7.7 millones de venezolanos a migrar y ha provocado un desplome del apoyo al partido gobernante. Aun así, el mandatario continúa reforzando su base a través de marchas y estrategias políticas practicadas durante años, de acuerdo con información de Univisión.

Entre quienes mantienen su respaldo está Zenaida Quintero, portera escolar de 60 años, quien recuerda la crisis alimentaria de finales de 2010 pero asegura conservar su confianza en Maduro.

“Yo le tengo confianza”, dijo. “Tenemos que mantenernos unidos. Nosotros tenemos que defendernos”.

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