Esto discutieron Donald Trump y Nicolás Maduro en su llamada privada mientras EEUU prepara acciones contra redes de narcotráfico en territorio venezolano

La reciente llamada telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, abrió un nuevo capítulo en la relación entre ambos gobiernos, marcada por años de tensión política, sanciones y acusaciones públicas. La información fue revelada por The New York Times, que citó a personas familiarizadas con el contacto entre los mandatarios. El diario también confirmó que el secretario de Estado, Marco Rubio, participó en la conversación.

La llamada ocurrió días antes de que el Departamento de Estado pusiera en marcha una designación que cataloga a Maduro como líder del “Cartel de los Soles”, dentro de la lista estadounidense de organizaciones terroristas extranjeras. Tanto la Casa Blanca como el Gobierno venezolano evitaron hacer comentarios oficiales, pero fuentes cercanas al Ejecutivo de Caracas confirmaron el intercambio.

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¿Por qué hablaron Trump y Maduro?

La conversación se centró en la posibilidad de un encuentro presencial entre los dos mandatarios. El NYT reportó que la llamada fue directa y que ambos presidentes “analizaron la posibilidad de verse”, aunque no existe un acuerdo concreto ni fecha tentativa.

Este acercamiento llama la atención por el contexto: la designación del Departamento de Estado contra Maduro y la intensificación de operativos estadounidenses en el Caribe y el Pacífico para interceptar presuntos cargamentos de droga.

El papel de Marco Rubio en la llamada

El secretario de Estado participó activamente en la conversación. Rubio ha sido uno de los funcionarios estadounidenses más involucrados en la política hacia Venezuela.

El NYT señala que Rubio estuvo en la línea durante el intercambio entre Trump y Maduro, aunque no se ofrecieron más detalles sobre su participación o los temas que él abordó.

Trump sobre posibles acciones en Venezuela

Un día después de la llamada, Trump declaró durante su mensaje del Día de Acción de Gracias ante tropas estadounidenses que su gobierno podría actuar “muy pronto” por tierra contra redes de narcotráfico en Venezuela.

Desde Mar-a-Lago afirmó:

Por mar se detiene alrededor del 85 por ciento... y comenzaremos a detenerlas por tierra. También, la tierra es más fácil, pero eso empezará muy pronto”.

La declaración coincide con el aumento de presencia militar de EU en la región.

¿Qué operaciones militares están activas en el Caribe?

Desde septiembre, el Pentágono ha realizado más de 20 acciones contra presuntos buques vinculados al tráfico de drogas en el Caribe y el Pacífico Este. Estas operaciones han dejado más de 80 fallecidos fuera del territorio estadounidense.

Además, el portaaviones USS Gerald R. Ford llegó recientemente al Caribe, elevando la presencia militar de EU a niveles no vistos en alrededor de treinta años.

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Nicolás Maduro respondió a las acciones y acusaciones de EEUU

Maduro rechazó la acusación de narcotráfico y la designación del Departamento de Estado. También señaló que Estados Unidos está “fabricando” un pretexto para justificar una intervención orientada al cambio político en Venezuela.

El gobierno venezolano sostiene que las acusaciones carecen de sustento y que forman parte de una estrategia de presión internacional.

¿Por qué la llamada es relevante para ambos gobiernos?

La comunicación se produce en un escenario de tensión, con movimientos militares, acciones antidrogas y acusaciones cruzadas. Además:

• Muestra que, pese a las tensiones, ambos gobiernos mantienen canales de comunicación directa.
• Abre la posibilidad —aunque remota— de un encuentro entre Trump y Maduro.
• Ocurre justo antes de una designación estadounidense que eleva el nivel de confrontación diplomática.
• Permite interpretar que Washington busca simultáneamente ejercer presión y dejar abierta una vía de diálogo.

Hasta el momento no hay fecha ni confirmación de una reunión. Tampoco existen declaraciones oficiales que permitan anticipar un giro en las relaciones bilaterales.

Sin embargo, la llamada evidencia que ambos gobiernos están midiendo costos, escenarios y posibles beneficios de un contacto más directo, mientras las operaciones militares y acusaciones continúan avanzando.

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