Fuerza Espacial de EE.UU. adjudica contratos iniciales para prototipos de interceptores espaciales Golden Dome

WASHINGTON. – El Pentágono avanza en una nueva fase de defensa nacional con un proyecto llamado Golden Dome. Este programa tiene el objetivo de desarrollar la capacidad de rastrear y destruir misiles enemigos directamente desde el espacio. La Fuerza Espacial ha adjudicado alrededor de media docena de contratos iniciales a empresas de defensa para construir prototipos competitivos, según informa Reuters.

Estos acuerdos representan el primer paso en una carrera por futuros contratos de producción masiva. Los valores de estos contratos finales podrían alcanzar decenas de miles de millones de dólares, según dos fuentes informadas sobre el asunto.

¿En qué consiste el proyecto Golden Dome?

El programa Golden Dome marca un cambio en la estrategia de defensa antimisiles. Su enfoque principal es colocar interceptores, una especie de misiles defensivos, en órbita alrededor de la Tierra.

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La ventaja de este sistema es la capacidad de actuar con mayor velocidad. Un interceptor espacial puede alcanzar un misil balístico enemigo poco después de su lanzamiento, durante la fase de ascenso que tiene lugar en el espacio. Los sistemas terrestres actuales deben esperar a que el misil regrese a la atmósfera, lo que reduce el tiempo disponible para una interceptación exitosa.

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Además de los interceptores, el programa incluye el desarrollo de “estaciones de control de fuego”. Estas estaciones son sistemas que coordinan las señales de los satélites de vigilancia. Su función es guiar a los interceptores hacia su objetivo y autorizar su lanzamiento.

Las empresas clave en la competencia

La Fuerza Espacial ha seleccionado a varias compañías para esta fase inicial de desarrollo. Según las fuentes, entre las empresas que recibieron contratos se encuentran:

• Northrop Grumman
• Lockheed Martin
• Anduril
• True Anomaly

Un portavoz de la Fuerza Espacial confirmó las adjudicaciones, aunque se negó a identificar a los contratistas. El portavoz explicó que los contratos inferiores a 9 millones de dólares no tienen la obligación de hacerse públicos.

Hasta ahora, no se conocían los nombres de las empresas ganadoras en los distintos grupos de desarrollo. Reuters no pudo determinar el tamaño exacto de todos los contratos, pero una presentación del Pentágono de julio sugirió que algunas adjudicaciones para interceptores serían de aproximadamente 120,000 dólares cada una. Otras fuentes indicaron que Northrop Grumman y Anduril recibieron contratos por un valor de 10 millones de dólares.

La ruta hacia el contrato final y los costos involucrados

El gobierno ha estructurado esta competencia con premios en efectivo para incentivar un desarrollo rápido. El premio mayor es de 340 millones de dólares, que se repartirán entre las empresas que completen con éxito una prueba en órbita. La empresa en primer lugar recibirá 125 millones de dólares, mientras que la quinta posición obtendrá 40 millones.

El objetivo final para estas compañías es ganar los contratos de producción. Según la presentación de julio, estos acuerdos de producción podrían valer entre 1,800 y 3,400 millones de dólares anuales.

Sin embargo, los costos de desarrollo son elevados. Ejecutivos de la industria estiman que solo construir y probar un prototipo de interceptor espacial podría costar entre 200 y 2,000 millones de dólares.

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Próximos pasos y futuro del programa

Los ganadores de estos premios iniciales competirán entre sí para refinar sus diseños. El gobierno ha solicitado el desarrollo de cuatro versiones diferentes de interceptores para abordar amenazas a distintas altitudes y velocidades. Una tercera fuente mencionó que estos cuatro grupos podrían consolidarse en tres.

La Fuerza Espacial espera que esta competencia acelere la innovación y entregue un sistema operativo en el menor tiempo posible. El programa Golden Dome se consolida así como un pilar fundamental en la modernización de la defensa antimisiles de Estados Unidos, trasladando una capacidad crítica a la última frontera: el espacio.