Resuelven crimen y descubren a asesino después de 20 años

El 21 de noviembre de 2025, la Policía Metropolitana de Seúl confirmó la identidad del responsable de los asesinatos en serie ocurridos en Sinjeong-dong, Yangcheon-gu, hace dos décadas. El culpable resultó ser Jang, un hombre de unos 60 años con antecedentes de delitos sexuales y violentos, quien trabajaba como conserje en el edificio frecuentado por las víctimas. Sin embargo, el hallazgo llega tarde: el sospechoso murió de cáncer en 2015 y fue incinerado, lo que impide cualquier proceso judicial.

Los crímenes que estremecieron a Seúl

En junio de 2005, el cuerpo de una mujer de unos 20 años fue hallado junto a una escuela primaria. Cinco meses después, otra víctima, de unos 40 años, apareció en un estacionamiento residencial a menos de dos kilómetros de distancia.

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Ambas presentaban signos de agresión sexual y asesinato, con los rostros cubiertos por bolsas negras y atados con cuerda. La policía desplegó un equipo de 38 investigadores durante ocho años, pero nunca logró capturar al responsable.

ADN y tecnología forense: la clave del caso

En 2016 y 2020, nuevas técnicas de análisis genético permitieron detectar el mismo ADN en la ropa interior de la primera víctima y en la cuerda utilizada en el segundo crimen. Tras comparar con más de 1,500 posibles sospechosos, no hubo coincidencias.

La investigación se amplió a personas fallecidas y finalmente se identificó a Jang, cuyo ADN fue recuperado de muestras médicas en 40 hospitales. El análisis confirmó una coincidencia exacta con las pruebas de los dos casos.

Fallas en la investigación inicial

El periodista Kim Jin-woo señaló que la policía visitó el edificio donde trabajaba Jang durante las pesquisas, pero nunca lo investigó como sospechoso. La falta de tecnología genética avanzada y la escasez de cámaras de seguridad en 2005 dificultaron la conexión.

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La reconstrucción del crimen reveló que Jang engañaba a las víctimas para llevarlas al sótano del edificio, donde se presume cometió los asesinatos.

Caso cerrado, pero con sabor amargo

Aunque la identidad del asesino se reveló 20 años después, la policía planea cerrar el caso debido a la muerte del responsable. El hallazgo genera críticas por la deficiente investigación inicial y deja un sentimiento de frustración en las familias y en la sociedad surcoreana.