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Asedio en el Sahel: cómo el bloqueo de Al-Qaeda a Bamako tiene a Malí al borde del colapso

La capital de Malí, Bamako, vive una crisis humanitaria con escasez de combustible, alimentos y electricidad debido al bloqueo impuesto por el grupo yihadista JNIM.

Asedio en el Sahel: cómo el bloqueo de Al-Qaeda a Bamako tiene a Malí al borde del colapso

BAMAKO, Malí.– La capital de Mali, Bamako, vive una situación de extrema gravedad debido al asedio económico y estratégico impuesto por el grupo yihadista Jama’at Nusrat ul-Islam wa al-Muslimin (JNIM), afiliado a Al-Qaeda. Un bloqueo efectivo a las principales rutas de suministro de combustible y alimentos desde septiembre de 2025 tiene a la ciudad al borde de un colapso humanitario, generando escasez, precios inalcanzables y el cierre de escuelas y servicios esenciales .

La estrategia de JNIM no se centra en un asalto militar directo, sino en estrangular la capital para avivar el descontento popular y forzar una crisis política que debilite a la junta militar gobernante. La severidad de la crisis ha llevado a países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania e Italia a evacuar a su personal diplomático y a instar a sus ciudadanos a abandonar el país de inmediato.

Radiografía de una crisis: la vida en una capital sitiada

El bloqueo de las carreteras que conectan a este país sin litoral con sus vecinos, como Costa de Marfil y Senegal, ha tenado un impacto devastador en la vida cotidiana en Bamako.

  • Combustible y transporte: Formar largas colas en las gasolineras se ha vuelto una imagen común. El precio del litro de combustible ha llegado a dispararse en más de un 400%, pasando de 25 a 130 dólares por litro en algunas estaciones. Muchos propietarios de vehículos han optado por abandonarlos en la vía pública ante la imposibilidad de repostar.
  • Alimentación y economía: Con el transporte paralizado, los precios de los alimentos y otros productos básicos se han disparado. Muchos comercios y supermercados han tenido que cerrar sus puertas.
  • Educación y servicios básicos: El gobierno se ha visto forzado a cerrar todas las escuelas hasta nuevo aviso dado que profesores y estudiantes no pueden trasladarse. Los cortes de electricidad son frecuentes y prolongados, agravando aún más la crisis.
Asedio en el Sahel: cómo el bloqueo de Al-Qaeda a Bamako tiene a Malí al borde del colapso. (Reuters)

¿Quién es JNIM y qué busca?

JNIM es la filial de Al-Qaeda en la región del Sahel y el grupo armado más activo. Fue formado en 2017 a partir de la fusión de varios grupos yihadistas, incluidos Ansar Dine y Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQIM). Su líder es Iyad Ag Ghali, una figura tuareg con un largo historial de rebeliones contra el gobierno de Mali.

Su objetivo declarado es expulsar la influencia occidental de la región y establecer su propio gobierno bajo una estricta interpretación de la ley islámica. En las zonas que controla, JNIM ya impone códigos de vestimenta y castigos a través de tribunales que, según organizaciones como Human Rights Watch, no cumplen con estándares de juicio justo.

Con este bloqueo, los analistas creen que JNIM busca socavar la legitimidad de la junta militar gobernante, liderada por el coronel Assimi Goïta. La estrategia es generar tal malestar que la población dirija su ira contra el gobierno, creando las condiciones para un cambio de régimen que pueda ser más favorable a los intereses del grupo yihadista.

Las causas profundas de la crisis

La actual emergencia en Mali es el resultado de la combinación de varios factores que se han venido gestando durante años.

  • Aislamiento internacional y salida de fuerzas extranjeras: La junta militar que tomó el poder en un golpe de estado ha roto relaciones con aliados tradicionales como Francia y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO). Esto llevó a la retirada de las fuerzas francesas y de la misión de paz de la ONU (MINUSMA), creando un vacío de seguridad que JNIM ha explotado.
  • Alianza con Rusia y denuncias de abusos: El gobierno maliense ha apostado por el Grupo Wagner, y posteriormente por el “Africa Corps” ruso, para suplir la salida de las tropas occidentales. Sin embargo, esta alianza no ha logrado contener el avance yihadista y ha estado marcada por denuncias de graves abusos contra los derechos humanos, lo que ha alienado aún más a la población.
  • Fragilidad institucional y postergación de la democracia: La junta militar ha pospuesto repetidamente la transición a un gobierno civil y las elecciones prometidas, debilitando las instituciones y alimentando la inestabilidad política.


Implicaciones regionales

La crisis en Mali no es un problema aislado. El Sahel se ha consolidado como el epicentro global del terrorismo, y la inestabilidad en un país se extiende rápidamente a sus vecinos. JNIM ya está operando de manera significativa en Burkina Faso y Níger, países que también son gobernados por juntas militares y enfrentan su propia crisis de seguridad.

Los analistas advierten que si la junta en Mali cae o se produce un nuevo golpe de estado, se desataría un efecto dominó que después desestabilizaría toda la región, permitiendo que los grupos militantes expandan sus operaciones hacia países costeros como Costa de Marfil, Ghana y el norte de Nigeria.

Mali se encuentra en una encrucijada histórica. El bloqueo de Bamako por parte de JNIM es la manifestación más clara hasta la fecha de la profunda crisis que atraviesa el país. La comunidad internacional observa con preocupación cómo se desarrolla este drama humanitario y político, cuyas consecuencias definirán no solo el futuro de Malí, sino la estabilidad de toda África Occidental.

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