La primera ministra japonesa pone en duda la prohibición nuclear de 55 años
La primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, no confirma si mantendrá los Tres Principios No Nucleares en la revisión de su estrategia de seguridad, lo que sugiere un posible cambio histórico en la política de Japón.
En una declaración que ha conmocionado a la clase política japonesa, la primera ministra Sanae Takaichi se negó este lunes a confirmar si su gobierno mantendrá los Tres Principios No Nucleares, una política de Estado vigente desde 1967 que prohíbe poseer, producir o permitir la introducción de armas nucleares en territorio japonés.
Ante una pregunta directa en el Comité de Presupuesto de la Cámara Baja sobre si los principios se mantendrían en la próxima revisión de la estrategia de seguridad nacional, Takaichi respondió: “En esta etapa, el gobierno los mantiene como una directriz política. Pero la revisión de los tres documentos (de seguridad) comenzará ahora. Aún no estamos en la etapa en la que pueda decir cómo quedarán las descripciones” . Esta ambigüedad marca un quiebre significativo con la postura de gobiernos anteriores, que habían reafirmado consistentemente estos principios.
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Los principios y su contexto histórico
Los Tres Principios No Nucleares fueron articulados por primera vez por el primer ministro Eisaku Satō en 1967 y desde entonces han representado la piedra angular de la identidad pacifista de Japón en la escena internacional . Para el único país que ha sufrido bombardeos atómicos, esta política ha tenido un peso no solo estratégico, sino también moral profundamente arraigado .
La política se enmarca en lo que se conoce como el "paraguas nuclear" de Estados Unidos, por el cual Washington se compromete a utilizar todo su arsenal, tanto convencional como nuclear, para defender a Japón de una agresión . Sin embargo, el tercer principio —“no permitir la introducción”— siempre ha generado tensión con este acuerdo de defensa, ya que teóricamente impediría a Estados Unidos trasladar armas nucleares a bases japonesas en una crisis.
El giro de Takaichi y sus razones de seguridad
La negativa de Takaichi a reafirmar los principios no es del todo sorprendente si se consideran sus declaraciones anteriores. En su libro de 2024 “Kokuryoku Kenkyu” (Un estudio del poder nacional), la entonces futura primera ministra ya había expresado su escepticismo, argumentando que el principio de “no permitir la introducción” no es realista si Japón espera que Estados Unidos proporcione una disuasión extendida creíble .
“Me preocupaba que, en una crisis máxima, la redacción ‘adherirse a los tres principios no nucleares’ se convirtiera en un obstáculo”, escribió Takaichi, revelando su enfoque pragmático y orientado a la seguridad .
Este cambio de tono ocurre en un contexto de crecientes amenazas regionales. El programa de armas nucleares de Corea del Norte y la expansión del arsenal nuclear de China han llevado a un replanteamiento dentro de la clase política japonesa sobre si la doctrina actual es suficiente para garantizar la seguridad nacional .
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Un debate nacional divide aguas
La posibilidad de revisar los principios ha desatado un intenso debate que refleja la compleja dualidad de la sociedad japonesa: ser un país víctima de la bomba atómica que a la vez depende de un aliado nuclear para su defensa.
Partidarios del cambio:
- Dentro del propio Partido Liberal Demócrata (PLD) de Takaichi, algunos legisladores argumentan que se debería permitir a Estados Unidos introducir armas nucleares en submarinos u otras plataformas para fortalecer la disuasión .
- Su nuevo socio de coalición, el Partido Innovación de Japón (Ishin), también ha abogado en el pasado por reconsiderar los tres principios .
Opositores firmes:
- Los grupos antinucleares se oponen ferozmente a cualquier cambio, argumentando que Tokio está moralmente obligado a oponerse a las armas nucleares debido a los horrores de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki .
- En Poder Legislativo nacional de Japón, la legisladora de oposición Mari Kushibuchi criticó la ambigüedad de Takaichi, subrayando que los principios son una “política nacional” confirmada por sucesivas resoluciones del parlamento y que “nunca deben ser cambiadas solo por el juicio del primer ministro o una decisión del Gabinete” .
Próximos pasos e implicaciones
La revisión de los tres documentos clave de seguridad nacional, que está programada para concluir a finales de 2026, será el escenario donde se decida el futuro de esta política . Mientras tanto, el gobierno parece intentar calmar las aguas. El secretario jefe del Gabinete, Minoru Kihara, se negó a aclarar la posición de Takaichi en una conferencia de prensa, diciendo que el gobierno “se abstiene de hacer cualquier suposición en esta etapa” .
La declaración de Takaichi, aunque cautelosa, representa un punto de inflexión en el discurso de seguridad de la posguerra de Japón. Al negarse a reafirmar un pilar fundamental de la identidad pacifista del país, la primera ministra no solo ha abierto un debate estratégico, sino que también ha tocado una fibra moral y histórica sensible, planteando una pregunta crucial para el futuro de Japón: ¿Puede el país adaptarse a un entorno de seguridad cada vez más peligroso sin traicionar el legado de Hiroshima y Nagasaki?
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