La Luna, el próximo centro de datos: misión cumplida para el primer servidor lunar
Lonestar Data Holdings demostró que es posible operar un centro de datos en el espacio. El siguiente paso es una constelación de servidores en órbita alrededor de la Luna para 2030.

En un esfuerzo que parece extraído de la ciencia ficción, una empresa está trabajando para establecer granjas de servidores en la Luna. El objetivo es crear una “copia de seguridad” del conocimiento humano a salvo de los peligros terrestres, desde desastres naturales hasta conflictos bélicos.
La compañía detrás de esta visión es Lonestar Data Holdings, una startup de Florida que ya ha realizado pruebas exitosas y tiene un cronograma claro para ofrecer servicios comerciales. Su idea central es ofrecer lo que ellos denominan “resiliencia como servicio”, un nivel de respaldo de datos nunca antes visto.

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De la teoría a la práctica: misiones realizadas y futuras
Lonestar ha pasado de la idea a la acción mediante colaboraciones con empresas espaciales privadas y el programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA.
- Primera prueba exitosa: En febrero de 2024, la empresa envió un pequeño centro de datos del tamaño de un libro en el módulo de aterrizaje “Athena” de la compañía Intuitive Machines, lanzado por un cohete SpaceX. Aunque el aterrizaje no fue perfecto, la carga útil demostró que podía operar en el duro entorno espacial antes de que se agotara su energía.
- Pruebas anteriores: En una misión lunar anterior, Lonestar logró transmitir la Declaración de Independencia de Estados Unidos desde y hacia un servidor virtual que operaba en la superficie lunar, verificando la viabilidad de la comunicación.
- El plan comercial: El roadmap de Lonestar es ambicioso. La empresa planea lanzar seis naves espaciales de almacenamiento de datos entre 2027 y 2030. Estas se ubicarán en un punto estable de la gravedad entre la Tierra y la Luna, lo que resolvería el problema de las extremas temperaturas de la superficie lunar.
¿Por qué la Luna? Ventajas de un servidor extraterrestre
La justificación para un proyecto de esta envergadura se basa en varias ventajas clave:
- Protección y soberanía de datos: La Luna es vista como la bóveda de seguridad definitiva. Almacenar datos allí los protege de cortes de cables submarinos, ciberataques, guerras y catástrofes naturales en la Tierra. Además, bajo la ley espacial internacional, un servidor en la Luna se considera territorio de la nación que lo lanzó, lo que permite a los países cumplir con sus leyes de soberanía de datos de una manera novedosa.
- Eficiencia energética y de enfriamiento: Algunas zonas de la Luna, como los polos o los hipotéticos tubos de lava, mantienen temperaturas constantes y extremadamente frías. Esto eliminaría la necesidad de los sistemas de refrigeración que consumen enormes cantidades de agua y energía en la Tierra, haciendo que los servidores operen de manera más eficiente.
- Apoyo a la economía lunar: A medida que la NASA y otras agencias planean establecer una presencia permanente en la Luna, existirá una necesidad creciente de infraestructura digital local para apoyar a astronautas, robots y bases científicas.
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Los enormes desafíos técnicos y económicos
El proyecto no está exento de obstáculos considerables:
- Latencia y ancho de banda: La distancia a la Luna implica un retraso de aproximadamente 1.4 segundos en las comunicaciones. Esto hace imposible su uso para aplicaciones que requieren respuesta en tiempo real, como videojuegos en línea o transacciones de alta frecuencia. El ancho de banda también es un desafío.
- Mantenimiento y reparaciones: Arreglar un servidor descompuesto en la Luna no es una opción viable a corto plazo. Las soluciones pasan por diseñar sistemas con una alta redundancia y confiabilidad, capaces de funcionar de manera autónoma durante años.
- Radiación y entorno hostil: La ausencia de atmósfera expone a los componentes electrónicos a niveles altos de radiación cósmica, que puede dañarlos con el tiempo. Además, el polvo lunar es abrasivo y representa un riesgo para el hardware.
- El alto costo de lanzamiento: Poner cualquier objeto en el espacio sigue siendo extremadamente caro. Aunque empresas como SpaceX han reducido los precios, el despliegue de una infraestructura a esta escala requerirá una inversión masiva.
A pesar de los desafíos, Lonestar avanza con determinación. Ya cuenta con clientes como el gobierno del estado de Florida y el de la Isla de Man, lo que demuestra que existe un interés tangible en esta solución de respaldo ultrasegura.
Si este proyecto tiene éxito, sentará un precedente histórico, transformando a la Luna de un objetivo de exploración en un activo estratégico para la economía digital de la humanidad.
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