Hombre que pasó décadas preso por un crimen que no cometió enfrenta una orden de deportación hace más de 25 años
El joven nunca regresó. Su furgoneta fue hallada frente a su apartamento y su cuerpo apareció nueve meses después en una zona boscosa cercana.

PHILADELPHIA.- Luego de más de cuatro décadas en prisión por un asesinato que no cometió, Subramanyam Vedam estaba a punto de recuperar la libertad.
Sin embargo, su esperado regreso a casa se transformó en una nueva pesadilla cuando fue detenido por agentes federales debido a una orden de deportación pendiente desde 1999.
El hombre, de 64 años, nacido en India y residente legal en Estados Unidos desde que tenía nueve meses, enfrenta ahora una batalla legal para evitar ser expulsado del país, según The Associated Press.
Una condena sin pruebas ni testigos
Vedam fue condenado dos veces por el asesinato de su amigo Thomas Kinser, ocurrido en 1980, cuando ambos tenían 19 años y eran hijos de profesores de la Universidad Estatal de Pensilvania.
Fue la última persona vista con Kinser, pero no había testigos, móvil ni evidencia directa que lo vinculara con el crimen.
En agosto, un juez anuló la condena tras revelarse nuevas pruebas balísticas que los fiscales nunca habían presentado: un informe del FBI señalaba que la bala recuperada del cuerpo de Kinser era demasiado pequeña para haber sido disparada con el arma que supuestamente poseía Vedam.

El documento fue descubierto en 2023 por Gopal Balachandran, profesor de derecho de Penn State, quien calificó el caso como un claro ejemplo de prejuicio racial y errores judiciales.
El peso de los prejuicios
Durante el nuevo juicio de 1988, el fiscal Ray Gricar dirigió preguntas inusuales al acusado: “¿Dónde nació usted? ¿Con qué frecuencia regresaba a la India? ¿Durante su adolescencia, se interesó alguna vez por la meditación?”.
Para Balachandran, esas preguntas buscaban alienarlo del jurado completamente blanco, lo que derivó en una segunda condena.
Los Vedam eran una de las primeras familias indias en “Happy Valley”, Pensilvania. Su padre llegó como investigador postdoctoral en 1956, y su madre fue bibliotecaria y fundadora de una biblioteca local.
“Estaban totalmente involucrados. Mi padre amaba la universidad. Mi madre era bibliotecaria y ayudó a fundar la biblioteca”, recordó su hermana, Saraswathi Vedam, profesora en Vancouver.
De la contracultura a la tragedia
A finales de los años 70, Vedam, conocido como “Subu”, se vio inmerso en la contracultura juvenil, con interés en la música y las drogas psicodélicas. En diciembre de 1980, pidió a Kinser que lo llevara a Lewisburg a comprar drogas.
El joven nunca regresó. Su furgoneta fue hallada frente a su apartamento y su cuerpo apareció nueve meses después en una zona boscosa cercana.
Mientras la policía investigaba, Vedam fue arrestado por narcotráfico y posteriormente acusado de asesinato. En 1983 fue condenado a cadena perpetua sin libertad condicional.
Una vida reconstruida entre rejas
Durante los 43 años que pasó en prisión, Vedam obtuvo varios títulos universitarios, enseñó a cientos de reclusos y apenas tuvo una infracción disciplinaria, por arroz traído del exterior.
“Él sufrió una profunda injusticia”, señaló su abogada de inmigración, Ava Benach. “Y esos 43 años no son una página en blanco. Vivió una experiencia extraordinaria en prisión”.
Una nueva lucha: evitar la deportación
El día que su hermana iba a recogerlo de prisión, el 3 de octubre, Vedam fue trasladado a un centro de detención del ICE en Pensilvania, con capacidad para 1,800 personas.
Ahora, sus abogados buscan que un tribunal de inmigración reabra su caso y considere su tiempo injustamente encarcelado como compensación por una condena de narcotráfico de los años 80. En ese entonces, la ley permitía solicitar exenciones migratorias a quienes demostraran rehabilitación, pero Vedam no pudo hacerlo debido a la condena por asesinato.
Sin embargo, la Administración Trump ha adoptado una postura más estricta. “Los inmigrantes ilegales con antecedentes penales no son bienvenidos en Estados Unidos”, declaró un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional.
En un comunicado reciente, Katherine B. Frisch, consejera principal adjunta del ICE, sostuvo que Vedam “no ha aportado ninguna prueba ni argumento que demuestre que ha sido diligente en la defensa de sus derechos en lo que respecta a su estatus migratorio”.
Esperanza en medio de la incertidumbre
Benach considera el caso “verdaderamente extraordinario” por las violaciones constitucionales y humanas que implica. “Cuarenta y tres años de prisión injusta compensan con creces la posesión con intención de distribuir LSD cuando tenía 20 años”, afirmó.
Te puede interesar: Deportaciones a la baja, pero historias humanas que conmueven: familia estadounidense vive en la Casa del Migrante
Mientras la Junta de Apelaciones de Inmigración analiza si reabre su caso, Vedam sigue detenido. Su hermana, aunque frustrada, mantiene la esperanza.
“Él, más que nadie, sabe que a veces las cosas no tienen sentido”, dijo Saraswathi. “Hay que seguir adelante y mantener la esperanza de que la verdad, la justicia, la compasión y la bondad triunfen”.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí
Te recomendamos
 - El gobierno de EEUU advirtió que migrantes que reingresen ilegalmente tras ser deportados enfrentarán sanciones de hasta 20 años de prisión
 - Gobierno de Trump prepara incentivos monetarios para que menores migrantes abandonen EE.UU por autodeportación
 - Nueva estrategia en el gobierno de Trump para devolver a migrantes a sus países “sin tanto esfuerzo”, el gobierno pagará 2 mil 500 dólares a niños migrantes si se “autodeportan” ¿el método funciona?
 - Es repatriado ciudadano jamaicano que fue deportado por el gobierno de Trump a nación africana con la que no tenía vínculos

 Grupo Healy © Copyright Impresora y Editorial S.A. de C.V. Todos los derechos reservados
Grupo Healy © Copyright Impresora y Editorial S.A. de C.V. Todos los derechos reservados