Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Mundo / Casa Blanca

Grandes empresas de la tecnología y criptomonedas financian construcción de lujoso salón de baile en la Casa Blanca

Empresas donan 300 millones de dólares a polémico proyecto de Donald Trump, mientras empleados federales continúan sin percibir salario.

Grandes empresas de la tecnología y criptomonedas financian construcción de lujoso salón de baile en la Casa Blanca

WASHINGTON, Estados Unidos.- En medio de un cierre gubernamental que mantiene sin salario a trabajadores federales, el presidente Donald Trump avanza con un proyecto personal: la construcción de un fastuoso salón de baile en la Casa Blanca valuado en 300 millones de dólares.

La iniciativa, financiada por una lista de élite de donantes que incluye a gigantes tecnológicos como Amazon, Apple, Google y Microsoft, así como a firmas cripto y magnates, ha sido calificada por expertos en ética como “una pesadilla”.

La lista completa de patrocinadores, dada a conocer esta semana, lee como un “quién es quién” del poder corporativo y financiero estadounidense. Junto a las grandes tecnológicas, figuran compañías como Comcast, Lockheed Martin, Palantir Technologies, T-Mobile y Union Pacific Railroad. Del mundo cripto destacan Coinbase, Ripple y los conocidos hermanos Winklevoss. Completan la lista magnates como Harold Hamm y familias influyentes como los Glazer, dueños del Manchester United.

Esta es la lista completa de los patrocinadores del proyecto en la Casa Blanca:

  • Altria Group Inc
  • Amazon
  • Apple
  • Booz Allen Hamilton Inc
  • Caterpillar Inc
  • Coinbase
  • Comcast Corporation
  • J. Pepe y Emilia Fanjul
  • Hard Rock Internacional
  • HP Inc
  • Lockheed Martin
  • Meta Platforms
  • Micron Technology
  • Microsoft
  • NextEra Energy Inc
  • Palantir Technologies
  • Ripple
  • Reynolds American
  • T-Mobile
  • Tether America
  • Union Pacific Railroad
  • Adelson Family Foundation
  • Stefan E. Brodie
  • Betty Wold Johnson Foundation
  • Charles y Marissa Cascarilla
  • Edward y Shari Glazer
  • Harold Hamm
  • Benjamin Leon Jr.
  • La familia Lutnick
  • The Laura and Isaac Perlmutter Foundation
  • Stephen A. Schwarzman
  • Konstantin Sokolov
  • Kelly Loeffler y Jeff Sprecher
  • Paolo Tiramani
  • Cameron Winklevoss
  • Tyler Winklevoss

La semana pasada, mientras los trabajadores federales afrontaban la incertidumbre de no percibir su salario, Trump ofrecía una cena de gala para sus patrocinadores en el Salón Este de la Casa Blanca.

Durante el acto, el presidente, quien se ve a sí mismo regresando a sus raíces en el desarrollo inmobiliario de lujo como una actividad “relajante”, justificó el proyecto: “Durante más de 150 años han querido tener un salón de baile y nunca lo lograron, porque nunca tuvieron a alguien del sector inmobiliario”.

Los trabajos de demolición del ala este comenzaron el lunes, generando una inmediata ola de reacciones. Las imágenes de escombros apilados en los jardines de la Casa Blanca se viralizaron en redes sociales, donde surgieron memes que satirizaban la obra, incluyendo uno que mostraba a Trump montado en una bola de demolición dorada.

Foto: Agencia AP.

El contraste no pasó desapercibido para la prensa. La periodista Weijia Jiang, de CBS, cuestionó directamente a la secretaria de prensa, Karoline Leavitt: “¿Puede el presidente derribar lo que quiera sin supervisión? ¿Puede demoler este edificio o el Monumento a Jefferson?”. Leavitt respondió que “muchos presidentes en el pasado han dejado su huella en este hermoso complejo”, a lo que Jiang replicó: “Entonces, suena como que la respuesta es sí”.

Frente a la indignación pública, la portavoz Leavitt pidió a la ciudadanía “confiar en el proceso”

Para Trump, el futuro salón de baile de 8,300 metros cuadrados se erige como una pieza central de su legado presidencial, uniendo su identidad como magnate inmobiliario con su poder ejecutivo. Este no es el primer cambio significativo en la residencia presidencial; el histórico Jardín de Rosas de Jackie Kennedy fue ya transformado en un patio que evoca el de Mar-a-Lago, su propiedad en Florida.

Sin embargo, la iniciativa actual levanta serias alarmas éticas. Richard Painter, ex asesor legal de ética de la Casa Blanca durante el gobierno de George W. Bush, no dudó en calificar el proyecto como “una pesadilla ética” en declaraciones a la BBC. “Se está utilizando el acceso a la Casa Blanca para recaudar dinero. No me gusta. Todas estas corporaciones quieren algo del gobierno”, afirmó.

Esta no es la primera vez que Trump impulsa esta idea. Según los reportes, hace una década, durante el gobierno de Barack Obama, el entonces empresario ya había propuesto construir un salón de baile más grande, ofreciendo incluso financiarlo con su propio dinero. La propuesta fue rechazada en ese entonces.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados