Secuestran a misionero estadounidense en Niger cerca del palacio presidencial
Un ciudadano estadounidense fue secuestrado cerca del palacio presidencial de Niamey. La Embajada de EE.UU. refuerza medidas de seguridad mientras investigan su paradero.
De acuerdo con CBS News, fuentes de seguridad en Niger confirmaron este miércoles el secuestro de un misionero estadounidense desde su residencia en el exclusivo barrio de Plateau, una zona considerada de alta seguridad en la capital niameyana.
El hecho ocurrió el martes por la noche a apenas 100 metros de la puerta trasera del palacio presidencial, donde el presidente depuesto Mohamed Bazoum permanece cautivo desde el golpe de estado de julio de 2023.
Los atacantes, tres hombres armados no identificados, lograron neutralizar al guardia de seguridad del residente antes de llevarse consigo al misionero, quien según las investigaciones trabaja desde 2010 para una organización caritativa con base en Estados Unidos.
Alerta diplomática y medidas de seguridad reforzadas
La Embajada de Estados Unidos en Niamey respondió al incidente emitiendo una alerta de seguridad dirigida a todos los ciudadanos estadounidenses en Niger, advirtiendo sobre el “elevado riesgo de secuestro en todo el país, incluyendo la capital”.
Como medida preventiva, la misión diplomática implementó restricciones adicionales que incluyen:
- Uso obligatorio de vehículos blindados para el personal diplomático y sus familias
- Establecimiento de un toque de queda
- Prohibición de visitar restaurantes y mercados al aire libre
Un portavoz del Departamento de Estado aseguró que la embajada mantiene una coordinación estrecha con las autoridades locales desde que se conoció el incidente, destacando que la seguridad de los ciudadanos estadounidenses representa “una prioridad absoluta” para el gobierno.
Rastro hacia territorio de grupos yihadistas
El seguimiento tecnológico realizado por las autoridades de seguridad reveló que, menos de una hora después del secuestro, el teléfono del misionero fue localizado aproximadamente 90 kilómetros al norte de Niamey. Esta zona, situada en la ruta hacia la frontera con Malí, es considerada por los servicios de inteligencia como “santuario de grupos afiliados al Estado Islámico en el Gran Sáhara”.
Esta organización yihadista mantiene una presencia activa en la región fronteriza entre Niger, Malí y Burkina Faso, aprovechando la inestabilidad política que afecta a estos tres países. Desde Niamey, la frontera con Burkina Faso se encuentra a solo una hora por carretera, mientras que la de Malí está a aproximadamente dos horas.
Contexto de inestabilidad regional
El secuestro ocurre en un momento de particular fragilidad para Niger, que cumple más de dos años bajo el gobierno de la junta militar liderada por el general Abdourahamane Tiani. A pesar de sus promesas de restaurar la seguridad, el incidente demuestra la capacidad operativa de grupos criminales incluso en las áreas más protegidas de la capital.
La región de África Occidental y Central ha sido denominada como el “cinturón de golpes de estado” tras los sucesivos cambios de gobierno por la fuerza en Niger, Malí, Burkina Faso, Gabón y Guinea durante los últimos cinco años. Esta inestabilidad política ha creado vacíos de seguridad explotados por grupos yihadistas para expandir su influencia y actividades delictivas.
Hasta el momento, no se ha conocido ningún tipo de demanda por parte de los secuestradores, ni tampoco se ha emitido un comunicado oficial por parte del gobierno nigerino sobre el caso. Las investigaciones continúan con la colaboración de agencias de seguridad estadounidenses.
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