Robo en el Louvre: Expertos revelan que aunque se atrapen a los responsables, las joyas no aparecerán
Entre los objetos sustraídos se encuentran una tiara con 212 perlas y casi 2.000 diamantes, encargada por Napoleón III, además de collares, broches y pendientes históricos de la realeza francesa.

FRANCIA.- Un robo digno de película sacudió a Francia el pasado domingo, cuando un grupo de delincuentes irrumpió en el Museo del Louvre de París y sustrajo valiosas joyas de la corona francesa en pleno horario de visita, sin dejar heridos.
Las autoridades creen que podrán detener a los responsables, pero difícilmente recuperarán los tesoros nacionales.
“Los atraparemos”, declaró a CBS News Alain Bauer, profesor de criminología en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios. Sin embargo, advirtió:
“No creo que podamos capturar las joyas”.
Bauer explicó que los ladrones dejaron rastros de ADN, incluso en la corona de la emperatriz Eugenia, que fue abandonada al huir en motocicletas.
La policía también halló una grúa eléctrica, una sierra, guantes, un walkie-talkie y un bidón de gasolina, posiblemente destinado a destruir evidencias.
Robo planificado con precisión
Los delincuentes ingresaron por la parte trasera del edificio, evitando la famosa pirámide de cristal del Louvre.
Con ayuda del elevador y herramientas eléctricas, forzaron una ventana del piso superior y se dirigieron directamente a la Galería de Apolo, donde se exhibían las joyas de la corona.
Según Bauer, si los autores pertenecen al crimen organizado, es probable que la policía los identifique pronto, ya que “hay información disponible en las bases de datos de las fuerzas del orden francesas”.
No obstante, si son amateurs o actuaron como intermediarios, el rastreo podría complicarse.

Piezas de valor incalculable
Entre las joyas robadas destacan una tiara con 212 perlas y casi 2 mil diamantes, encargada por Napoleón III para su esposa Eugenia de Montijo en 1853, además de un conjunto de zafiros y diamantes, un broche de gran tamaño y un collar con pendientes de esmeraldas regalados por Napoleón a la emperatriz María Luisa de Austria en 1810.
También desaparecieron piezas únicas usadas por la reina María Amelia y la reina Hortensia, según informó el museo. Aunque su valor histórico es incalculable, expertos estiman que podrían alcanzar millones de dólares en el mercado negro.
Un golpe histórico y una vergüenza nacional
El suceso ha sido calificado como el robo más espectacular en el Louvre desde la desaparición de la Mona Lisa en 1911, lo que ha provocado indignación en Francia.
“¿Sabes? Piensas, en el Louvre, de todos los lugares, ¿no tienen la mejor seguridad del planeta?”, comentó sorprendido un turista estadounidense a AFP.
Un informe de Radio France reveló que el 35% de las salas del Ala Denon, donde estaban las joyas, carecen de cámaras de seguridad, lo que dejó al descubierto graves vulnerabilidades.
Críticas al gobierno por fallas de seguridad
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, reconoció públicamente la responsabilidad del Estado. “Fracasamos, porque alguien fue capaz de introducir una grúa, a la intemperie, en las calles de París... y se llevó joyas invaluables, dando a Francia una imagen deplorable”, lamentó.
Mientras la investigación continúa, Francia enfrenta no solo la pérdida de un patrimonio irremplazable, sino también una profunda herida en su orgullo nacional.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí