Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Mundo / Guatemala

Fuga masiva de integrantes del Barrio 18 en prisión Fraijanes II en Guatemala provoca la renuncia del ministro de Gobernación y su equipo de seguridad

La evasión de 20 reclusos en la prisión de máxima seguridad Fraijanes II reveló graves fallas estructurales y presuntos actos de corrupción.

Fuga masiva de integrantes del Barrio 18 en prisión Fraijanes II en Guatemala provoca la renuncia del ministro de Gobernación y su equipo de seguridad

La fuga masiva de 20 reclusos, identificados como cabecillas de la pandilla Barrio 18, ha sumido a Guatemala en una profunda crisis de seguridad y gobernabilidad. Los evadidos escaparon de la prisión de máxima seguridad Fraijanes II, revelando gravísimas fallas estructurales y presuntos actos de corrupción al interior del sistema penitenciario.

El mecanismo de la evasión: ¿Fugas graduales durante visitas?

De acuerdo con The New York Times, las fugas se habrían ejecutado durante un periodo extendido, posiblemente de semanas, y solo fueron anunciadas oficialmente el domingo. Las autoridades sospechan que el método de escape fue gradual aprovechando supuestamente los horarios de visita.

Luis Alfonso Godínez, entonces director del sistema penitenciario, admitió la existencia de “rumores” sobre evasiones durante aproximadamente dos meses. La prisión, destinada a miembros de pandillas, carecía de tecnología básica para verificar la identidad de los reclusos, lo que facilitó que la fuga pasara desapercibida.

Una respuesta nacional e internacional: La cacería humana

La desaparición de estos peligrosos criminales desató una operación de búsqueda sin precedentes, movilizando a 45 mil agentes de policía a nivel nacional.

Las autoridades guatemaltecas confirmaron la coordinación con Interpol y con países vecinos, especialmente México, para intentar localizar a los prófugos.

La embajada de Estados Unidos reaccionó con contundencia, calificando el hecho como “totalmente inaceptable” y exigiendo al gobierno guatemalteco acciones inmediatas y enérgicas para recapturar a quienes consideran “una amenaza para la seguridad del territorio estadounidense”.

Consecuencias políticas inmediatas: Renuncias y acusaciones

La crisis generó un terremoto político que llegó a lo más alto del gobierno. Según El País, el presidente Bernardo Arévalo confirmó la aceptación de las renuncias del ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, y de los viceministros de Seguridad y Antinarcóticos, José Portillo y Claudia Palencia.

La salida de Jiménez se produjo tras una tormenta de acusaciones. Horas antes de su renuncia, el viceministro Portillo presentó denuncias formales en su contra y contra Palencia, acusándolos de supuestos actos de corrupción y cobros ilegales en las cárceles. Jiménez había negado enérgicamente cualquier negociación con pandillas y se había mostrado reacio a abandonar su cargo.

El contexto: Barrio 18, designada organización terrorista

La fuga adquiere una dimensión internacional particularmente delicada. Ocurre poco después de que el gobierno estadounidense designara a la pandilla Barrio 18 como una organización terrorista extranjera, colocándola en la misma lista que los cárteles narcotraficantes más poderosos de la región.

Se estima que en Guatemala operan unos 12 mil pandilleros y colaboradores de esta organización, con aproximadamente 3 mil tras las rejas. Al igual que en otros países de Latinoamérica, los líderes de estas estructuras criminales suelen dirigir sus operaciones desde dentro de las prisiones, valiéndose de la corrupción de funcionarios.

Un sistema penitenciario en entredicho y un futuro incierto

Las declaraciones de las autoridades han pintado un panorama desolador del sistema carcelario. Godínez, quien también fue destituido, describió protocolos de seguridad “débiles” y admitió la posibilidad de que guardias hubieran sido sobornados.

Como solución a largo plazo, el gobierno de Arévalo anunció un plan para construir una nueva prisión de máxima seguridad con asesoría del gobierno de Estados Unidos y el FBI. Este proyecto incluiría el uso de tecnología biométrica y reconocimiento facial para recuperar el control de los reclusos.

Hasta el momento, solo uno de los 20 fugitivos, identificado como Byron “Black Demon” Fajardo Revolorio, quien cumple una condena de 180 años, ha sido recapturado. La búsqueda de los demás líderes del Barrio 18 continúa, mientras Guatemala enfrenta una de las pruebas más duras para su frágil seguridad y sus instituciones.

Te puede interesar: Trump será responsable del fin de la guerra en Ucrania, afirma secretario de Guerra de EEUU

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados