El Papa León XIV pidió a los gobernantes del mundo renunciar a las armas y promover el diálogo, recordando que “la paz es desarmada y desarmante”
Tengan la audacia de desarmarse”: Papa León XIV reza un rosario por la paz
VATICANO — Según lo informado por EFE, el Papa León XIV rezó un rosario por la paz en la Plaza de San Pedro y pidió a los líderes del mundo “tener la audacia de desarmarse”, recordando que la verdadera paz nace del corazón y no de las armas.
León XIV reza un rosario por la paz en la Plaza de San Pedro
El papa León XIV presidió este sábado un rosario por la paz en la Plaza de San Pedro, donde exhortó a los líderes mundiales a “tener la audacia de desarmarse” y recordó que “no podemos matar por ninguna idea, fe o política”.
El pontífice estadounidense, también de nacionalidad peruana, encabezó la ceremonia en el marco del Jubileo de la Espiritualidad Mariana, ante miles de fieles reunidos en el Vaticano.
“Todos unidos, perseverantes y con un mismo sentir, no nos cansamos de interceder por la paz, don de Dios que debe convertirse en nuestra conquista y nuestro compromiso”, expresó en su homilía.
“La paz es desarmada y desarmante”
Durante la vigilia de oración, el Papa recordó las palabras que pronunció el día de su elección:
“La paz es desarmada y desarmante. No es disuasión, sino fraternidad; no es ultimátum, sino diálogo”.
Dirigiéndose directamente a los dirigentes políticos y militares, añadió:
“Envaina la espada es la palabra dirigida a los poderosos del mundo, a quienes guían el destino de los pueblos: ¡tengan la audacia de desarmarse!”.
León XIV afirmó que el llamado no solo va dirigido a los gobernantes, sino también a cada persona:
“Lo primero que hay que desarmar es el corazón, porque si no hay paz en nosotros, no daremos paz”.
Un mensaje desde la fe y la compasión
El pontífice pidió a los fieles que, por medio de María, “Mujer dolorosa, fuerte y fiel”, se alcance “el don de la compasión hacia todo hermano y hermana que sufre, y hacia todas las criaturas”.
“Ustedes que construyen las condiciones para un futuro de paz, en la justicia y el perdón; sean mansos y decididos, no se desanimen. La paz es un camino y Dios camina con ustedes”, señaló.
Asimismo, subrayó que “el Señor crea y difunde la paz a través de sus amigos pacificados en el corazón, que a su vez se convierten en pacificadores”.
La Virgen de Fátima, presente en el altar
Para esta ocasión, se colocó en el altar de la plaza la imagen original de la Virgen de Fátima, a la que el Papa ofreció una rosa de oro, siguiendo la tradición del Vaticano.
Es la cuarta vez que la estatua es trasladada desde el Santuario de Fátima a Roma:
- En 1984, durante el Jubileo Extraordinario de la Redención, cuando San Juan Pablo II consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María.
- En el Año 2000, para el Gran Jubileo.
- En 2013, con ocasión del Año de la Fe.
- Y ahora, durante el Jubileo de la Espiritualidad Mariana convocado por León XIV.
Oración final: un llamado a cuidar la vida y la Tierra
En la oración con la que concluyó el acto, el Papa pidió a la Virgen:
“Enséñanos a escuchar el grito de los pobres y de la madre Tierra”,“Enséñanos a detenernos contigo junto a las infinitas cruces donde tu Hijo sigue crucificado, donde la vida está más amenazada”.
Con su mensaje, León XIV reafirmó su visión pastoral centrada en la paz, la ecología y la solidaridad entre los pueblos, invitando a construir un futuro donde la fe y el diálogo sustituyan a la violencia y la guerra.
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