Marineland amenaza con sacrificar 30 belugas tras negársele permiso de exportación y rescate financiero
La postura de la empresa ha sido calificada como extorsión por políticos locales y organizaciones animalistas.

El parque marino canadiense Marineland, cerrado desde 2023, ha amenazado con sacrificar a sus 30 belugas restantes después de que el gobierno federal rechazara tanto su solicitud de exportación a China como una inyección de emergencia, según comunicaciones oficiales divulgadas esta semana.
La crisis estalló cuando el Ministerio de Pesca y Océanos de Canadá denegó el permiso para trasladar los mamíferos al Chimelong Ocean Kingdom en China, argumentando que la medida perpetuaría el cautiverio que la ley canadiense busca erradicar. Poco después, Marineland —ubicado en Niagara Falls, Ontario— emitió un ultimátum: sin financiamiento público antes del martes, las medida perpetuaría s serían sacrificadas.
Una decisión firme del gobierno
La ministra de Pesca, Joanne Thompson, respondió contundentemente: “El hecho de que Marineland no haya planeado una alternativa viable después de años de criar estas ballenas en cautiverio, no obliga al gobierno a cubrir sus gastos”. Thompson añadió que no autorizaría una exportación que “perpetuara el trato que han sufrido estas belugas”.
La postura de la empresa ha sido calificada como extorsión por políticos locales y organizaciones animalistas. “Amenazar con matar a todos sus animales si no reciben fondos es simplemente repugnante”, declaró Melissa Matlow, de World Animal Protection.
Declive de un ícono turístico
Marineland, fundado en 1961 por John Holer, fue durante décadas un destino familiar emblemático, famoso por sus espectáculos con orcas y delfines. Sin embargo, en los últimos años enfrentó protestas constantes, denuncias por maltrato animal y una drástica caída en visitantes, acelerada por la Ley de Fin al Cautiverio de Ballenas y Delfines de 2019 —conocida como “Ley Liberen a Willy”—.
El cierre definitivo en 2023 marcó el fin de una era, pero dejó un complicado legado: la custodia de decenas de animales que no pueden ser liberados por su falta de habilidades para sobrevivir en el medio silvestre.
¿Qué pasará con las belugas?
Expertos y defensores coinciden en que un santuario marino sería la mejor opción para estos animales, aunque en Canadá aún no existe una instalación de este tipo operativa. Mientras tanto, una coalición de inversionistas —encabezada por Knapp Capital Management— ha propuesto convertir Marineland en el “primer santuario interior global”.
Phil Demers, ex entrenador del parque, señaló que la empresa “opera con un sistema de soporte vital obsoleto” y ha recurrido históricamente a “amenazas y ultimátums”. Chris Bittle, parlamentario local, resumió la situación: “La postura de ‘danos dinero o las ballenas se lo llevan’ refleja años de mala gestión”.
Las belugas, que pueden vivir hasta 60 años en libertad, han tenido una supervivencia más corta en Marineland: 19 ejemplares y una orca han muerto en los últimos años, según documentó The Canadian Press. El destino inmediato de los 30 mamíferos restantes —junto con delfines, focas y osos que aún alberga el parque— sigue pendiente de una solución humanitaria.
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