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Crisis política en EEUU: Demócratas y Republicanos en un pulso por un posible cierre del gobierno

EE.UU. al borde de un cierre de gobierno por un pulso político. Republicanos y demócratas se culpan mutuamente mientras se acerca el plazo del miércoles para aprobar fondos.

Crisis política en EEUU: Demócratas y Republicanos en un pulso por un posible cierre del gobierno

WASHINGTON.-Estados Unidos se enfrenta a la posibilidad de un cierre parcial de su gobierno este miércoles, un escenario que se ha vuelto cada vez más probable debido a la profunda división partidista entre demócratas y republicanos, quienes se mantienen inflexibles en sus posturas a solo horas del plazo límite, reporta la agencia AP.

Los hechos clave:

  • Fecha límite: Miércoles, 12:01 a.m.
  • Proyecto de ley en juego: Una extensión de fondos gubernamentales por siete semanas, ya aprobada por la Cámara de Representantes, que espera ser votada en el Senado.
  • Reunión crucial: El presidente Donald Trump se reunirá este lunes en la Casa Blanca con los cuatro principales líderes del Congreso: el líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune; el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer; el presidente republicano de la Cámara, Mike Johnson; y el líder de la minoría demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries.

Las posturas enfrentadas: ¿Quién es el responsable?

El núcleo del conflicto no es solo si se debe financiar al gobierno, sino bajo qué condiciones. Ambas partes se acusan mutuamente de ser las responsables de un posible cierre.

La postura republicana: “Aprueben primero, negocien después”

Los republicanos, liderados en el Senado por John Thune, insisten en que los demócratas deben apoyar la simple extensión de fondos (una “Resolución Continua”) sin condiciones adjuntas.

  • El argumento: Thune declaró que la pelota está “en la cancha” de los demócratas, ya que el proyecto de ley para evitar el cierre está listo para ser votado en el Senado. Acusan a los demócratas de tomar al pueblo estadounidense como “rehén” por sus demandas políticas.
  • La necesidad de votos: Los republicanos tienen 53 escaños y necesitan 60 votos para aprobar la ley, por lo que requieren al menos el apoyo de ocho demócratas. Con el senador republicano Rand Paul anunciando su voto en contra, la presión sobre los demócratas aumenta.

La postura demócrata: “Negociemos ahora sobre el cuidado de la salud”

Los demócratas, liderados por Chuck Schumer, exigen que las negociaciones sobre el cuidado de la salud comiencen de inmediato y están dispuestos a permitir un cierre si no obtienen concesiones.

  • La demanda central: Quieren un acuerdo para extender los créditos fiscales de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare) que están por expirar a fin de año. Estos subsidios hacen que el seguro médico sea más asequible para millones de personas de ingresos bajos y medios. Argumentan que, sin acción, los costos se dispararán en cuestión de días.
  • Firmeza y estrategia: Schumer declaró que un cierre sería “totalmente responsabilidad de ellos [los republicanos]”. Los demócratas, presionados por su base para que se enfrenten a Trump, parecen más dispuestos que nunca a arriesgarse a un cierre, argumentando que la administración Trump ya ha recortado muchos puestos gubernamentales.

El rol del presidente Trump: Una estrategia de culpa y una agenda oculta

El presidente Trump ha adoptado una postura pública muy clara: culpar exclusivamente a los demócratas.

  • Retórica pública: En sus declaraciones, Trump ha afirmado que un cierre ocurrirá “porque los demócratas están enloquecidos” y que “si tiene que cerrarse, tendrá que cerrarse. Pero son ellos los que están cerrando el gobierno”.
  • Estrategia de despido vs. licencia: La administración Trump ha ido más allá de los preparativos habituales para un cierre. La Oficina de Gestión y Presupuesto instruyó a las agencias a prepararse para despidos masivos (eliminación permanente de puestos), no solo para licencias temporales. Esto se alinea con el objetivo a largo plazo de Trump de reducir el tamaño del gobierno federal.
  • Juego político inestable: Trump inicialmente accedió a reunirse con los demócratas, luego canceló la reunión tachando sus demandas de “poco serias y ridículas”, y finalmente volvió a aceptar el encuentro. Esta vacilación muestra las tensiones internas y la presión que siente el Partido Republicano.

¿Por qué este cierre es diferente?

Históricamente, han sido los republicanos quienes han utilizado la amenaza del cierre para exigir concesiones políticas (como en 2013 para desfinanciar Obamacare o en 2018 para obtener fondos para el muro fronterizo). En esta ocasión, los papeles se han invertido:

  • Los Demócratas son los que hacen demandas: Están utilizando su poder de voto en el Senado para forzar negociaciones sobre el cuidado de la salud.
  • Los Republicanos piden una extensión “limpia”: Su postura actual es inusual para un partido que a menudo ha vinculado la financiación gubernamental a su agenda política.

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Posibles consecuencias y escenarios

  1. Acuerdo de última hora: La reunión del lunes en la Casa Blanca podría destrabar las negociaciones, llevando a un compromiso donde los republicanos se abran a discutir los créditos de salud a cambio de que los demócratas aprueben la extensión de fondos.
  2. Cierre inminente: Si ninguna de las partes cede, es muy probable que el gobierno entre en un cierre parcial el miércoles. En este escenario, la batalla política se trasladaría a la opinión pública para determinar quién asume la culpa.
  3. Impacto en la ciudadanía: Un cierno afectaría a millones de estadounidenses, con la interrupción de servicios federales no esenciales y el posible despido de cientos de miles de trabajadores federales, agravado por la inusual estrategia de la Casa Blanca de buscar despidos permanentes.

El país se encuentra al borde de una parálisis administrativa impulsada por un pulso partidista donde la salud pública y el funcionamiento del gobierno son las fichas de cambio. La reunión de este lunes en la Casa Blanca se perfila como la última oportunidad para evitar un cierre que, independientemente de su responsable, tendría consecuencias reales para la población y la economía estadounidense.

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