“Nunca habíamos vivido algo así”: Venezuela teme acción militar de EE.UU.
La tensión entre Venezuela y Estados Unidos alcanza un nuevo nivel. El chavismo teme un conflicto armado mientras Trump endurece su discurso y despliega flota militar en el Caribe
Desconcierto en el Palacio de Miraflores
VENEZUELA — El Palacio de Miraflores, residencia presidencial de Venezuela, vive momentos de incertidumbre frente a la presión ejercida por la administración de Donald Trump.“Nunca habíamos vivido una situación parecida. Hay mucho desconcierto”, reconoció una fuente cercana a Nicolás Maduro.
En las últimas 24 horas, Trump anunció el hundimiento de una embarcación venezolana y el exfuncionario Marshall Billingslea envió un mensaje en redes sociales al piloto presidencial Bitner Javier Villegas, sugiriendo posibles negociaciones con Washington.
Maduro busca canales de diálogo
El mandatario venezolano envió una carta a Trump tras el primer ataque contra una embarcación con 11 tripulantes.“Presidente, espero que juntos podamos derrotar las falsedades que han empañado nuestra relación, que debe ser histórica y pacífica”, escribió Maduro, según informó Reuters.
El gobernante venezolano destacó la importancia del canal abierto con Richard Grenell, exfuncionario estadounidense que en enero negoció un intercambio de presos y licencias petroleras para Chevron, dejando al margen al secretario de Estado, Marco Rubio, uno de los críticos más duros del chavismo.
Rumores, deserciones y paranoia
El ambiente político en Caracas se ha visto inundado por rumores de deserciones masivas en el ejército, conversaciones secretas con la Casa Blanca y escenarios de transición pos-Maduro. Aunque estas versiones no han podido verificarse, han alimentado la percepción de que algo inminente podría ocurrir.
La flota estadounidense en el Caribe refuerza ese temor: buques de asalto y submarinos nucleares se mantienen listos para interceptar embarcaciones supuestamente ligadas al tráfico de drogas.
Una narrativa de narcotráfico
Trump justifica el despliegue militar como parte de su ofensiva contra el narcotráfico, aunque analistas señalan que las principales rutas pasan por Guayaquil (Ecuador) y Tijuana (México), no por Venezuela.
La estrategia apunta a reforzar la narrativa de que Maduro, además de presidente, sería un narcotraficante, algo que no ha sido demostrado judicialmente.
El chavismo entre la defensa y la desconfianza
Maduro, junto con Diosdado Cabello y los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, perciben la situación como una amenaza real. “No hay un canal de comunicación abierto ahora mismo con la gente de Trump, no lo hay”, afirmó una fuente con acceso a las conversaciones bilaterales.
El chavismo se prepara como si la guerra fuera inevitable: vigila posibles traidores, realiza reclutamientos masivos y organiza entrenamientos en barrios populares, antiguos bastiones electorales del chavismo que hoy muestran un desgaste evidente en el apoyo social.
Maniobras militares y propaganda
En redes sociales, el chavismo difunde imágenes de cazas en el Caribe, exhibiciones militares de Adán Chávez y arengas de Vladimir Padrino López a las tropas. Sin embargo, los números de efectivos anunciados por Maduro no han podido verificarse.
El contraste es evidente: mientras el gobierno exhibe fuerza, la población recuerda que más de siete millones de venezolanos han emigrado, según la ONU, muchos desde las zonas que alguna vez fueron el núcleo del chavismo.
Confusión en el horizonte
En el Palacio de Miraflores reina la confusión, la dirigencia chavista observa a un Trump que lanza amenazas militares y propaganda en partes iguales, mientras la sombra de una posible invasión se cierne sobre Venezuela.