Pareja encuentra el cuerpo de su hija muerta en la sala de la dueña de la funeraria que contrataron para su funeral
El caso en Leeds destapó la extraña práctica de una empresaria que llevaba cadáveres de bebés a su casa para cuidarlos como si estuvieran vivos

CIUDAD DE MÉXICO. 8 DE SEPTIEMBRE DE 2025.- Cody y Liam Townend perdieron a su hija, Macie-Mae, que nació muerta en enero en un hospital de Leeds, Reino Unido. La pareja contrató a la funeraria Florrie’s Army, dirigida por Amie Upton, para que organizara el funeral de la pequeña.
Lo que encontraron 10 días después fue aterrador: el cuerpo de Macie-Mae estaba sentado en un sofá en la casa de la dueña de la funeraria, envuelto en una manta, en lugar de haber sido enterrado como correspondía.
Me sentí mortificada. No sabía qué decir, no sabía qué pensar. Fue horrible. Se sentía como si ella fuera la madre, como si nosotros no fuéramos los padres de ese bebé. Es como si ella se hubiera apoderado de todo. La dignidad es lo que le robaron a Macie-Mae. No tenía dignidad”, declaró la madre a la BBC.
Una práctica perturbadora
Este no fue un caso aislado. Según reveló la BBC, Upton solía llevarse a su casa los cuerpos de los bebés que debía enterrar. Allí les ponía caricaturas, les leía cuentos y los acomodaba en sofás como si estuvieran vivos.
Otra madre, Zoe Ward, relató que tras perder a su hijo de tres semanas, Upton la llevó a su casa, donde vio dos cadáveres “viendo caricaturas”. “Salí gritando y molesta”, contó.
A pesar del escándalo, Upton no enfrentará cargos porque la ley británica no contempla este tipo de conductas como un delito. Lo único que se le ha prohibido es acercarse a hospitales y morgues de Leeds.
La historia de Amie Upton
Amie Upton perdió a su propia hija siendo un bebé, y tras esa tragedia decidió abrir una funeraria. En Reino Unido, no se necesita formación ni licencia especial para montar un negocio de este tipo, lo que le facilitó el camino.
“Cuando trabajas en la industria funeraria, estás en la morgue, la abandonas en cierto momento y ponen los cadáveres de los bebés en el refrigerador. No hay nadie más. Yo me quedaba allí y sus bebés no conocían otra cosa que amor” dijo en una entrevista para el diario The Mirror.
“Sé que en mi casa los bebés nunca son dejados solos. No quiero revolucionar los servicios mortuorios y no quiero cambiar la industria funeraria, pero sé que aquí los bebés nunca son abandonados”, agrego.
Llamado a una mayor regulación
Los Townend, que visitan la tumba de su hija todos los días, han pedido cambios urgentes en la ley.
“Es más difícil abrir una furgoneta de hamburguesas que una funeraria. Esto tiene que cambiar”, dijo la madre.
El diputado Mark Sewards anunció que presionará al gobierno británico para establecer controles más estrictos en el sector funerario. Por su parte, las autoridades reconocieron que las familias afectadas “esperaban con razón que sus hijos fueran tratados con dignidad y respeto” y que ya se están evaluando nuevas medidas.
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