Padre que se fugó con sus tres hijos en Nueva Zelanda muere en enfrentamiento policial; autoridades activan operación de búsqueda urgente de los menores ante temperaturas bajas
Uno de los menores se encontraba en la escena donde el presunto padre perdió la vida en un tiroteo con la policía.

Un misterio que ha conmocionado a Nueva Zelanda durante casi cuatro años ha llegado a un desenlace trágico. Thomas Phillips, un padre que permanecía prófugo de la justicia escondido con sus tres hijos en la densa naturaleza del país, ha fallecido tras un violento enfrentamiento con la policía, según CNN.
El incidente, que incluyó un tiroteo donde un oficial resultó gravemente herido de un disparo en la cabeza, ha desatado una operación de búsqueda masiva y urgente para localizar a dos de los menores, que permanecen desaparecidos en condiciones climáticas adversas.
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El dramático enfrentamiento y la búsqueda de los menores
El desenlace de esta larga búsqueda comenzó en las primeras horas del lunes, cuando la policía respondió a un reporte de robo en una tienda de productos agrícolas en la localidad de Poipoi, un pequeño pueblo de menos de 500 habitantes.
Las autoridades dieron persecución a una moto de cuatro ruedas en la que huían dos personas. Tras desplegar alambres de púas que desinflaron los neumáticos del vehículo, el primer oficial en llegar al lugar fue recibido con disparos a corta distancia con un rifle de alto poder, resultando herido en la cabeza. Un segundo agente respondió al fuego, abatiendo al hombre, que se cree es Thomas Phillips.
#BREAKING (UPDATE): Tom Phillips, who disappeared into remote Waikato bush in 2021 with his three children, has been shot dead in a shootout with @nzpolice https://t.co/dUzVATI5cS#BreakingNews pic.twitter.com/I5gzCJDGh4
— Video Forensics (@Video_Forensics) September 8, 2025
En la escena fue encontrada una de las niñas, quien viajaba en la moto; sin embargo, un niño y otra niña siguen desaparecidos. Una operación de búsqueda masiva se concentra en la densa zona boscosa rural cerca de Marokopa, con temperaturas que amenazan con descender hasta 1 grado Celsius, elevando la urgencia por encontrarlos sanos y salvos.
Cuatro años de misterio y vida en la naturaleza
La historia de Thomas Phillips y sus hijos comenzó en septiembre de 2021, cuando desaparecieron por primera vez de su hogar en Marokopa, desatando una búsqueda masiva terrestre y marítima.
Reaparecieron semanas después en una granja familiar, pero tras ser acusado de hacer perder el tiempo a la policía, Phillips volvió a huir con los niños en diciembre de ese mismo año.
BREAKING UPDATE: 1 CHILD SAFE, OFFICER IN CRITICAL CONDITION
— Nicholas Irvine (@_NicholasIrvine) September 8, 2025
One of the children was with Thomas Callam Phillips during the confrontation with police, and is now in police custody.
A large-scale search is underway for the two remaining children.
The injured officer was… https://t.co/VVACQD7yaU pic.twitter.com/t2RNII4r70
Desde entonces, se cree que la familia vivió de manera aislada, sobreviviendo con las habilidades de supervivencia del padre. A lo largo de casi cuatro años, se reportaron varios avistamientos y la policía llegó a ofrecer una recompensa de 80 mil dólares neozelandeses por información que llevara a su paradero.
Phillips también era buscado por el presunto robo a mano armada de un banco en mayo de 2023.
Preocupación y esperanza familiar
La madre de los niños, identificada como Cat, se pronunció tras los hechos, expresando un profundo alivio porque “esta pesadilla haya llegado a su fin” para sus hijos. Afirmó que los ha extrañado todos los días durante estos casi cuatro años y que espera darles la bienvenida a casa con amor y cuidado.
También manifestó su tristeza por la forma en que se desarrollaron los eventos, ya que su esperanza siempre fue que los niños pudieran ser devueltos de manera pacífica y segura.
La prioridad absoluta de las autoridades neozelandesas sigue siendo encontrar a los dos menores desaparecidos lo antes posible, mientras brindan apoyo al oficial herido, quien fue trasladado en avión al Hospital Waikato para ser sometido a una cirugía.
El caso, que ha capturado la atención nacional e internacional, llega a su fin de la manera más trágica posible, dejando una comunidad en vilo esperando el rescate de los niños.
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