Superada la emergencia en España tras ola de incendios históricos
El Gobierno declaró finalizada la emergencia por los incendios forestales más graves en años recientes
El fin de un episodio devastador
ESPAÑA — Este domingo, España dio por terminada la emergencia que estuvo vigente durante varias semanas debido a una ola de incendios forestales considerada la más grave en los últimos años.
“Este trágico episodio de la historia de nuestro país de grandes incendios forestales simultáneos en 20 días en una parte importantísima de nuestro país, ha finalizado”, afirmó en rueda de prensa la directora de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones.
La funcionaria matizó que, aunque se cerró la fase de emergencia, “la campaña de incendios forestales continúa y por eso nadie puede bajar la guardia”. Explicó que el Gobierno mantendrá una vigilancia constante y que “seguimos en esta fase de alerta y seguimiento permanente con todos los medios del Estado a disposición”.
Balance: víctimas y superficie arrasada
La ola de incendios fue calificada por el Ejecutivo como “una de las mayores catástrofes medioambientales” de los últimos tiempos. Dejó cuatro fallecidos y arrasó más de 350.000 hectáreas en apenas dos semanas, según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS).
En el momento más crítico, se contabilizaron más de 20 incendios activos de forma simultánea, mientras que al anunciarse el final de la emergencia solo quedaban tres fuegos importantes bajo control.
Las zonas más afectadas se concentraron en la mitad oeste del país, principalmente en Galicia, Castilla y León y Extremadura, territorios que cada verano sufren con mayor intensidad los efectos del fuego.
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Una ola de calor sin precedentes

El origen de la tragedia está estrechamente vinculado a una ola de calor inédita, que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) catalogó como “la más intensa desde que hay registros”.
Durante 16 días consecutivos se registraron temperaturas de hasta 45 ºC, con un promedio 4,6 ºC por encima de lo normal. El Instituto de Salud Carlos III estimó que más de 1.100 muertes en agosto pueden atribuirse directamente a este episodio, casi el triple de las que se produjeron durante la ola de calor de 2022.
El calor extremo, unido a la sequedad del terreno, favoreció la propagación de los grandes incendios que devastaron tanto a España como a Portugal.
Un verano histórico en materia de incendios

El balance de 2025 sitúa al país en un escenario comparable a los peores años de la historia reciente. Según el EFFIS, hasta el momento se han calcinado 402.903 hectáreas, lo que convierte este año en el tercero más devastador desde que se tienen registros, solo superado por 1985 y 1994.
En 1985, se perdieron 483.843 hectáreas, mientras que en 1994 la superficie calcinada alcanzó 437.602 hectáreas, un año además especialmente trágico por las 31 muertes y 204 heridos que se produjeron, según el Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales.
De los 10 mayores incendios registrados en España, cinco ocurrieron este agosto en la provincia de Ourense, al noroeste del país, lo que refleja la magnitud de la crisis.
Portugal también en emergencia
La ola de incendios no se limitó a España. El EFFIS reportó que en Portugal se quemaron 261.863 hectáreas, casi el triple de la media registrada entre 2006 y 2024.
Se trata del peor balance en ese país desde 2017, cuando murieron 114 personas y se calcinaron más de 563.000 hectáreas.
En conjunto, la península ibérica ha perdido este verano más de 400.000 hectáreas y suma ocho fallecidos —cuatro en España y cuatro en Portugal—, lo que convierte a 2025 en un año negro para la región.
Debate político tras los incendios
La crisis también abrió una pugna política. Desde el Gobierno central, los socialistas responsabilizaron al Partido Popular (PP) de negar el cambio climático y descuidar las políticas de prevención en las comunidades que gobierna, que fueron las más afectadas por las llamas.
Los conservadores, por su parte, acusaron al Ejecutivo de escatimar medios y no desplegar suficientes recursos del Ejército. Sin embargo, la Unidad Militar de Emergencias (UME) estuvo presente en todos los grandes incendios registrados.
Este cruce de acusaciones evidencia que, además del impacto ambiental y humano, la ola de incendios ha puesto de manifiesto las tensiones políticas en torno a la gestión de emergencias y las políticas climáticas.
Avances en la extinción y perspectivas
Las condiciones meteorológicas recientes han ayudado a los equipos de extinción. Un aumento de la humedad y lluvias aisladas, junto con un descenso de temperaturas por debajo de los 40 ºC, han permitido avanzar en el control de los incendios.
El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, afirmó que “las condiciones son favorables y se está avanzando significativamente en la extinción del fuego”.
Sin embargo, las autoridades insisten en que el riesgo sigue presente y que la lucha contra los incendios en 2025 aún no ha terminado.
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