Hussam al-Masri: El periodista que retrató el dolor de Gaza con esperanza hasta su último aliento
Hussam al-Masri colaboraba con Reuters desde mayo del 2024 realizando transmisiones en directo desde campos de desplazados y el cruce de Rafah.

La guerra en Gaza se ha cobrado otra vida invaluable: la del periodista Hussam al-Masri, camarógrafo de Reuters, quien fue asesinado este lunes por fuego israelí mientras realizaba una transmisión en vivo desde el hospital Nasser en Khan Younis.
Su cámara, su herramienta para contar la verdad, fue testigo silencioso de su partida, en un doble ataque que también segó la vida de al menos otros 18 civiles, entre ellos varios colegas periodistas.
Su historia es un relato de valor, humanidad y una dedicación inquebrantable a su profesión, incluso mientras su mundo se desmoronaba.
Un hombre que creía en el “mañana” en medio de la desesperanza
Hussam al-Masri, de 49 años, era mucho más que un camarógrafo; era un pilar de optimismo dentro de la comunidad periodística de Gaza. Sus colegas lo recuerdan como una figura profundamente positiva, cuya sonrisa y actitud serena iluminaban incluso las situaciones más peligrosas.
Su frase característica, “mañana será mejor”, resonaba como un acto de fe colectiva en medio del hambre, la destrucción y la desesperación que han definido la vida en el enclave palestino.
Mohamed Salem, un periodista visual senior de Reuters que lo conoció en 2003, destacó que su optimismo innato hacía que fuera un privilegio trabajar a su lado, transformando el miedo en resiliencia pura.
La última transmisión: Un ataque en tiempo real
La tragedia se desarrolló en una escalera exterior del hospital Nasser, el punto desde donde al-Masri transmitía imágenes cruciales de Khan Younis al mundo.
Según un video de Reuters, la primera explosión del ataque israelí lo alcanzó mientras realizaba una transmisión en vivo. Su cuerpo fue recuperado junto a su cámara, el instrumento con el que durante meses había proporcionado una ventana en tiempo real a la catástrofe humanitaria.
Minutos después, una segunda explosión en el mismo hueco de la escalera mató al menos a 19 personas más, entre ellas socorristas y cuatro periodistas que trabajaban para medios como Associated Press y Al Jazeera. El fotógrafo de Reuters Hatem Khaled resultó herido mientras documentaba las consecuencias del primer impacto.
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La respuesta internacional y la búsqueda de justicia
El ejército israelí declaró a Reuters que los periodistas “no eran el objetivo del ataque”, un argumento que el primer ministro Benjamin Netanyahu complementó calificando el incidente como un “trágico percance”.
Sin embargo, estas explicaciones contrastan brutalmente con las cifras documentadas por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que eleva a 189 el número de periodistas palestinos asesinados por ataques israelíes desde el inicio de la guerra. El CPJ ha exigido de manera contundente a la comunidad internacional que exija responsabilidades a Israel, afirmando que “no debe permitirse que los autores sigan actuando con impunidad.”
La vida tras la cámara: Una familia destrozada y una misión inconclusa
Detrás del profesional valiente había un hombre de familia que cargaba con preocupaciones profundamente personales. Su esposa, Samaher, de 39 años, padece cáncer y al-Masri llevaba tiempo intentando sacarla de Gaza para que recibiera tratamiento, una misión que quedó truncada.
La pareja dejó atrás a cuatro hijos: Shahd (23), Mohammed (22), Shatha (18) y Ahmad (15). La familia, originaria de Khan Younis, había huido de su hogar tras las órdenes de evacuación del ejército israelí. Más tarde supieron que su casa había sido destruida. Forzados a regresar en julio del año pasado, vivían refugiados en una tienda de campaña, luchando cada día por encontrar alimentos.
El legado de un contador de verdades
Hussam al-Masri comenzó su carrera como profesional independiente en 1998, impulsado por una pasión inquebrantable: mostrarle al mundo lo que ocurría en Gaza.
Su hermano, Ezzeldin al-Masri, lo definió con precisión:
Este era el papel de Hussam en los medios de comunicación: hacer llegar la verdad. La cámara graba, ya sea a favor o en contra. La cámara grababa tanto si había pistoleros palestinos como fuerzas de ocupación israelíes”.
En su trabajo para Reuters, a donde se incorporó como contratista en mayo de 2024, fue fundamental para las transmisiones en directo desde campos de desplazados y el cruce de Rafah. Pero su labor iba más allá de la técnica; ofrecía relatos vívidos de la crisis humanitaria, incluyendo reportajes sobre la desnutrición y la hambruna oficial que asola la región.
Su último reportaje, filmado el sábado anterior a su muerte, mostraba a familias llorando la pérdida de sus seres queridos, incluidos niños, víctimas de unos ataques que han segado al menos 62 mil vidas palestinas.
Hussam al-Masri eligió el hospital Nasser para su transmisión final porque creía que era el lugar más seguro desde el que podía operar. Horas antes de morir, en su última conversación, describió lo difícil que se había vuelto la vida en Gaza y la lucha diaria por encontrar comida. Su cámara, ahora en silencio, deja un vacío imborrable en el periodismo y en la búsqueda incansable de la verdad.
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