Tres niños pierden la vida en República Dominicana luego de tomar un jugo de fruta con veneno; su madre se los preparó
Amary Cabrera, con quien compartió más de 15 años de matrimonio, permanece profundamente afectado por la tragedia ocurrida el pasado domingo.
REPUBLICA DOMINICANA.- Pennsylvania Jiménez Valdez, una madre de 36 años, es responsable de la muerte de sus tres hijos de 7, 9 y 11 años luego de agregar veneno a sus jugos de fruta.
Ella también se quitó la vida después de tomar el mismo jugo. Según el medio Fuerza Informativa Azteca, la policía halló una nota escrita a mano.
El hallazgo llamó la atención de los vecinos. La catalogaron como una madre dedicada, pero con algunos problemas de salud mental como ansiedad, depresión, comportamientos extraños.
También había peleado con algunos vecinos de la zona.
“Yo no entiendo como una madre puede hacerle eso a sus hijos y pudo tomar esa decisión y estamos consternados”, declaró Altagracia Jiménez, una residente de la zona.
El papá fue el que descubrió todo
El padre de los niños fue quien descubrió el suceso trágico en la vivienda.
Los niños estaban juntos en la cama y la mamá estaba sin vida sobre una almohada en el piso de la vivienda.
Autoridades revelan contenido de la carta
“Perdónenme por lo que he hecho”, fueron algunas de las palabras que habría escrito Pennsylvania Mercedes Jiménez Valdez, de 36 años, en una carta encontrada tras el trágico suceso que conmocionó a Santo Domingo Este.
En el mismo escrito, la mujer aseguró que se llevaba a sus hijos para que “no fueran torturados”, según relató Yuli Cabrera, hermano del padre de los menores.
Para los parientes, estas palabras no fueron más que el reflejo de un comportamiento inestable que desde hace tiempo preocupaba a quienes la rodeaban.
“Eso fue un capricho”, insistieron, al recordar que la mujer mostraba actitudes posesivas y controladoras.
Vecindario en alerta
Vecinos entrevistados por Diario Libre coincidieron en que la madre solía mantener choques constantes con quienes vivían cerca de ella.
Señalaron que estaba convencida de que “le tenían envidia”, lo que generaba tensiones en la comunidad.
Familiares de la pareja confirmaron que la relación con su esposo, Amary Cabrera, llevaba meses atravesando episodios de control y discusiones que se intensificaron con el tiempo.
Pese a los consejos de sus padres, Pennsylvania no daba marcha atrás en sus actitudes, describieron.
El dolor de un padre
Amary Cabrera, con quien compartió más de 15 años de matrimonio, permanece profundamente afectado por la tragedia ocurrida el pasado domingo.
Cercanos aseguran que se encuentra devastado ante la pérdida.
La Policía Nacional informó que, en coordinación con el Ministerio Público, se profundizan las investigaciones para esclarecer con precisión las circunstancias del hecho y determinar responsabilidades en esta tragedia que ha dejado en luto a toda una comunidad.
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