Donald Trump quiere ampliar el muro fronterizo, pero la construcción de más de 40 km en Arizona amenaza a la vida silvestre y el ecosistema, según informe del centro de Diversidad Biológica
Según un informe del Centro para la Diversidad Biológica, la construcción afectaría directamente hábitats críticos para al menos 16 especies amenazadas y en peligro de extinción.

Estados Unidos.- Un nuevo plan impulsado por la administración Trump para construir un tramo de 40 kilómetros de muro fronterizo en una región remota del sur de Arizona ha generado fuertes críticas de expertos y grupos ambientalistas, que advierten sobre consecuencias ecológicas irreversibles.
El proyecto, que atravesaría el Valle de San Rafael y las montañas de la Patagonia y Huachuca, podría bloquear uno de los corredores de vida silvestre más importantes que conectan Arizona con Sonora, México.
Según un informe del Centro para la Diversidad Biológica, la construcción afectaría directamente hábitats críticos para al menos 16 especies amenazadas y en peligro de extinción, entre ellas el jaguar, especie que ha sido documentada al menos tres veces en la zona durante la última década.
“Si se construyen este muro y algunos otros, pronto no habrá jaguares en Estados Unidos”, advirtió Gerardo Ceballos, ecólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, aprobó el proyecto en junio mediante exenciones a más de 30 leyes federales, incluyendo la Ley Nacional de Política Ambiental, lo que permitió avanzar sin evaluaciones ambientales rigurosas.
Afectará el ecosistema
Expertos como Ganesh Marín y John Koprowski alertan que el muro no solo limita el movimiento de animales, sino que altera todo el ecosistema al afectar las rutas migratorias de presas pequeñas, con efectos en cadena. En tiempos de sequía, remarcan, el desplazamiento de grandes especies es vital para su supervivencia.
Durante la primera administración Trump ya se habían construido más de 355 kilómetros de muro en Arizona, con barreras de acero de 9 metros de altura.
Sin embargo, en la zona específica de San Rafael solo existen cercas bajas y barreras vehiculares que permiten el paso de fauna silvestre, según Myles Traphagen, de Wildlands Network.
El 8 de julio, dos organizaciones —el Centro para la Diversidad Biológica y Conservación CATalyst— presentaron una demanda en el Tribunal de Distrito de Arizona contra la decisión de eludir protecciones ambientales.
A pesar de las críticas, el Departamento de Seguridad Nacional sostiene que el muro contribuirá a frenar cruces ilegales, aunque no ha presentado evidencia de dicha actividad en la región, donde autoridades locales, como el sheriff del condado de Santa Cruz, aseguran que el tránsito ilegal es prácticamente inexistente.
La región de las llamadas “Islas del Cielo”, por sus montañas con diversos biomas, es reconocida por su alta biodiversidad. El presidente del Distrito San Xavier de la Nación Tohono O’odham, Austin Núñez, expresó su firme oposición al proyecto, señalando su valor cultural y ecológico.
Con cámaras de monitoreo, se ha documentado el movimiento libre de al menos 20 especies en esta área, incluyendo osos, pumas y ciervos.
La instalación del muro proyectado, de 30 pies de altura, restringiría severamente ese flujo, lo que, según conservacionistas, podría comprometer la conectividad ecológica en toda la región fronteriza.
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