Trump impone arancel del 50% a carne brasileña y amenaza el precio de hamburguesas en EEUU

WASHINGTON, Estados Unidos.- El plan del presidente estadounidense, Donald Trump, de aplicar un arancel del 50% a las importaciones brasileñas, incluida la carne de res, podría encarecer aún más las hamburguesas y otros productos cárnicos en EE.UU., advirtieron este jueves analistas y comerciantes.

La medida, que entraría en vigor el 1 de agosto, elevaría el arancel total sobre la carne brasileña a cerca del 76%, lo que prácticamente paralizaría las importaciones desde ese país.

Brasil es el segundo mayor proveedor de carne bovina a EE.UU., con el 21% del total importado. Solo entre enero y mayo de este año, las compras estadounidenses se duplicaron respecto al mismo periodo de 2023, alcanzando 175,063 toneladas métricas.

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Sin embargo, el nuevo impuesto obligaría a las empresas a buscar alternativas más costosas en Australia, Argentina, Paraguay o Uruguay, en un momento en que la producción local ya enfrenta una caída del 2% por la reducción del hato ganadero —el más bajo en siete décadas— y los efectos de una sequía prolongada.

“El comercio está absolutamente congelado hoy. No sabemos qué hacer como comunidad importadora”, afirmó Bob Chudy, consultor del sector. La medida llega cuando los consumidores ya enfrentan precios récord en carne de res, café y jugo de naranja, y justo después de que el Congreso recortara ayudas alimentarias a los más vulnerables.

Expertos como Thomas Gremillion, de la Federación de Consumidores de EE.UU., alertaron que el arancel golpeará especialmente a familias de bajos ingresos

Mientras, la industria —que mezcla carne magra brasileña con cortes locales para hamburguesas— teme que la escasez de suministros agrave la situación. “Ayuda a subir el precio”, resumió Austin Schroeder, analista de Brugler Marketing.

La decisión de Trump amplía su guerra comercial global y se suma a otros conflictos, como la suspensión de importaciones de carne mexicana por un brote de gusano barrenador.

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Para los ganaderos brasileños, el impacto sería limitado —solo el 7% de sus exportaciones van a EE.UU.—, pero los consumidores estadounidenses pagarán la factura. “No va a venir mucha carne brasileña por aquí. Esa es la realidad”, sentenció Altin Kalo, de Steiner Consulting.