Senado de EEUU aprueba polémico plan fiscal de Trump; incluye impuesto a remesas y recortes a programas sociales; falta aprobación en la Cámara de Representantes
Trump defendió la propuesta asegurando que los recortes buscarán eliminar “el despilfarro, fraude y abuso” en los programas sociales.

Washington..- Luego de una votación muy cerrada, el Senado de Estados Unidos aprobó este lunes el ambicioso plan fiscal y presupuestario impulsado por el presidente Donald Trump, que incluye un nuevo impuesto del 1% a las remesas enviadas desde el país y fuertes recortes al gasto social. La legislación regresará a la Cámara de Representantes para su rDario antes del 4 de julio.
El vicepresidente JD Vance fue clave para destrabar el proceso, al emitir el voto de desempate que dio luz verde al proyecto por un estrecho margen de 51 contra 50.
La maratónica sesión duró más de 24 horas y reflejó divisiones internas en elD Partido Republicano: tres de sus 53 senadores votaron en contra, sumándose a los 45 demócratas y tres independientes que también rechazaron la medida.
El proyecto, que Trump ha calificado como “el gran y hermoso proyecto de ley”, contempla hacer permanentes los recortes fiscales aprobados durante su primer mandato (2017-2021), limitar el crecimiento del gasto público, y aumentar los fondos destinados a defensa y seguridad fronteriza. Sin embargo, también representa un fuerte golpe para programas sociales como Medicaid y SNAP, lo que ha generado preocupación entre legisladores moderados, incluso dentro del propio bloque republicano.
De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), la propuesta sumaría 3.3 billones de dólares a la deuda pública en la próxima década, superando ampliamente los 2.4 billones estimados en la versión previamente aprobada por la Cámara Baja.
Migrantes, entre los más afectados
Uno de los puntos más controvertidos del plan es la implementación de un impuesto a las remesas enviadas por migrantes. Según la versión del Senado, cualquier envío superior a 15 dólares será gravado con un 1%. La propuesta original de la Cámara Baja contemplaba una tasa mayor, del 3.5%, por lo que aún está por definirse el porcentaje final en la versión conciliada de la ley.
Este gravamen, sumado a los recortes en programas de asistencia médica y alimentaria, impactaría directamente a millones de personas de bajos ingresos y a comunidades migrantes que dependen de estos apoyos.
Trump defendió la propuesta asegurando que los recortes buscarán eliminar “el despilfarro, fraude y abuso” en los programas sociales, y minimizó las estimaciones que apuntan a que hasta 11.8 millones de personas podrían perder el acceso a Medicaid. “Será una cifra mucho menor”, afirmó.
Tensión con Elon Musk por subsidios
El debate fiscal también escaló a un enfrentamiento entre Trump y el empresario Elon Musk, quien criticó duramente el aumento proyectado en la deuda pública. Musk cuestionó a los legisladores que aprobaron el plan pese a haber prometido reducir el gasto, y Trump respondió acusándolo de depender de subsidios gubernamentales para mantener sus empresas.
Incluso insinuó que podría revocar su ciudadanía estadounidense y consideró que la comisión de eficacia gubernamental (DOGE), antes dirigida por Musk, debería investigar los apoyos que ha recibido el empresario. Musk respondió que, por ahora, no escalará el conflicto, pero advirtió que el país necesita un plan económico que no lo lleve “a la bancarrota”.
La Cámara de Representantes
Con una mayoría republicana más ajustada, la Cámara de Representantes revisará los cambios del Senado y se espera que vote antes del 4 de julio, una fecha simbólica establecida por el propio Trump para concretar la firma del proyecto.
El presidente confía en que la votación será más sencilla en esta instancia. “
El resultado de esta votación podría tener un impacto significativo en la política fiscal, migratoria y social de Estados Unidos en los próximos años.
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