El Papa León XIV alerta sobre una “enfermedad” muy difundida en nuestro tiempo: el cansancio de vivir
Durante la Audiencia General, el Papa reflexionó sobre las curaciones de Jesús y destacó que hoy muchos sufren una fatiga existencial que puede ser sanada con fe
CIUDAD DE MÉXICO. 25 DE JUNIO DE 2025.- Durante la Audiencia General, el Papa León XIV dedicó su catequesis a las curaciones que hizo Jesús, señalando que son un mensaje de esperanza para todos.
El Pontífice explicó que hoy en día existe una “enfermedad” muy común: el cansancio de vivir. Muchas personas sienten que la vida es complicada, pesada y difícil, y por eso a veces se apagan y pierden la ilusión de que las cosas puedan cambiar.
Una enfermedad muy difundida en nuestro tiempo es el cansancio de vivir: la realidad nos parece demasiado compleja, pesada, difícil de afrontar. Y entonces nos apagamos, nos adormecemos, con la ilusión que al despertarnos las cosas serán diferentes”, explicó, según el Heraldo de México.
León XIV aseguró que, aunque la realidad sea dura, debemos afrontarla con valentía y acompañados por Jesús. Advirtió que muchas veces las personas se sienten bloqueadas porque otros las juzgan y etiquetan, pero eso no debe impedir acercarse con fe.
“Pero la realidad va afrontada, y junto con Jesús podemos hacerlo bien. A veces nos sentimos bloqueados por el juicio de aquellos que pretenden colocar etiquetas a los demás”, agregó.
Ante miles de peregrinos y visitantes, el Papa habló sobre un pasaje del Evangelio en el que Jesús cura a una mujer enferma y a una niña que estaba por morir. La mujer, quien era considerada impura y estaba aislada, se acercó a Jesús con fe, tocando su manto en silencio. Aunque muchas personas tocaron a Jesús, sólo ella fue sanada, porque lo hizo con verdadera fe.
“La mujer, considerada impura y condenada al aislamiento, se atreve a acercarse a Jesús en silencio, convencida de que basta tocar su manto para sanar. Aunque muchos tocaban a Cristo entre la muchedumbre, sólo ella fue curada. ¿Por qué? Porque lo tocó con fe”, dijo.
El Papa señaló que hoy en día muchas personas se acercan a Jesús de forma superficial, entrando a la iglesia pero sin abrir el corazón. En cambio, esta mujer venció sus miedos y fue sanada por su fe sincera.
“Quizás también hoy muchos se acercan a Jesús de manera superficial. Entramos en nuestras iglesias, pero nuestro corazón se queda afuera. Esta mujer, silenciosa y anónima, venció sus miedos y tocó el corazón de Jesús con manos que todos juzgaban impuras. Y el Señor la sanó a causa de su fe”, agrego.
Además, recordó al padre de la niña que estaba por morir, quien no perdió la esperanza
“El padre de la niña tampoco se rinde ante la noticia de la muerte. Jesús le dice: -No temas, sólo ten fe-. Entra en la casa, toma a la niña de la mano y la vida vuelve. Es inmensa la fuerza de una fe sincera, que toca a Jesús con confianza —aun desde la debilidad— porque deja que sus benditas manos actúen. Cuando la fe es verdadera, se confirma nuestra esperanza. La gracia de Cristo actúa y nos es devuelta la vida", concluye.
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