Trump dice que no quiere “dejar que las granjas quiebren” y por eso pide que los agricultores asuman la responsabilidad

ESTADOS UNIDOS.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este viernes que la política de deportación masiva de migrantes indocumentados promovida por su Administración tiene como objetivo principal a personas con historial criminal, y no busca perjudicar a los agricultores que dependen de trabajadores extranjeros.

“Tenemos que sacar a los criminales de nuestro país. Estamos pensando en hacer algo para que, en el caso de los agricultores con buena reputación, puedan responsabilizarse de las personas que contratan y dejarles asumir la responsabilidad”, aseguró el mandatario ante medios en Nueva Jersey, donde se encuentra pasando el fin de semana.

Impacto en sectores clave: agricultura, construcción y hostelería

Al ser cuestionado sobre las consecuencias de estas redadas en sectores económicos como el agrícola, la construcción, el ocio y la hostelería —todos fuertemente sostenidos por mano de obra migrante— Trump reconoció las dificultades que representa aplicar la ley sin afectar la economía local.

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“No queremos perjudicar a quienes no son criminales. (...) Ha habido gente que ha trabajado en granjas durante 20 años. Es muy difícil ir allí y decir: ‘Ya sabes, te vas’, pero vamos a dejar que los agricultores asuman la responsabilidad”, señaló.

Política migratoria endurecida desde enero

Desde su retorno al poder en enero, el presidente republicano ha intensificado su política migratoria.

Su Gobierno ha implementado detenciones en retenes, redadas en lugares de trabajo y ha acelerado las deportaciones a través del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).

Sin embargo, la semana pasada Trump admitió que su “muy agresiva” estrategia migratoria estaba generando tensiones en sectores clave como la agricultura y la hotelería. “Habrá cambios”, anunció entonces, sin ofrecer mayores detalles sobre posibles ajustes.

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Redadas interrumpidas y reanudadas

En respuesta a las quejas de empresarios agrícolas y hoteleros, la Casa Blanca suspendió temporalmente las operaciones migratorias en granjas, restaurantes y hoteles.

No obstante, esta pausa duró apenas cuatro días antes de que se reanudaran las redadas, lo que dejó en evidencia una aparente contradicción entre las promesas del presidente y la ejecución de su política.