Itzamara, la recién nacida colombiana que llevaba en su vientre a un feto, conocido como el extraño caso de “Fetus in fetu”
El parto tuvo que ser adelantado fue adelantado para minimizar riesgos.
COLOMBIA.- La historia de Itzamara, una bebé nacida en Barranquilla Colombia, es un insólito caso de la medicina que ocurrió en el 2019. A tan solo 24 horas de llegar al mundo, fue sometida a una cesárea para extraer a su propia hermana gemela, que se desarrollaba en su abdomen.
Según Noticias Caracol, el fenómeno médico, conocido como fetus in fetu, fue detectado de manera prenatal, lo que permitió actuar con precisión y rapidez.
Todo comenzó durante el embarazo de Mónica Vega, madre de la bebé.
Las primeras ecografías no detectaron nada fuera de lo común.
Pero cuando ya tenía cerca de siete meses de gestación, fue donde se dieron cuenta lo que ocurría. Lo que parecía ser un quiste era, en realidad, un feto en desarrollo dentro del cuerpo de Itzamara.
“Nos enteramos aproximadamente cuando teníamos casi los siete meses de embarazo, por una ecografía de tercer nivel porque en las primeras ecografías había un quiste normal más no sabían que tenía vida”, relató Vega.
Fetus in fetu: un caso entre 500 mil
Es una condición extremadamente rara que ocurre en uno de cada 500 mil nacimientos. Uno de los embriones queda atrapado dentro del otro durante las primeras etapas del desarrollo, sin llegar a desarrollarse de manera independiente.
“Se formaron dos bebés, pero no se formaron de una manera simétrica, es una bebé que está ‘embarazada’ de su hermana gemela que la lleva dentro de su abdomen”, explicó el doctor Miguel Parra Saavedra, especialista en medicina materno fetal y líder del equipo médico.
El feto parásito tenía extremidades, cordón umbilical, saco amniótico e incluso genitales ambiguos, aunque no crecía con fuerza ni tenía actividad vital independiente.
El parto tuvo que ser adelantado fue adelantado para minimizar riesgos.
Mónica Vega fue sometida a cesárea antes de la semana 40, y el mismo día siguiente, Itzamara fue llevada al quirófano para extraer al feto. La cirugía duró dos horas y fue todo un éxito.
“El riesgo que correría es que al hacer esta cirugía de extraer este gemelo se pueda lastimar alguna estructura del bebé”, advirtió el doctor Parra.
Participaron tres anestesiólogos y varios especialistas. Al extraer el feto, los médicos confirmaron que tenía características humanas reconocibles, aunque incompletas.
“Tenemos extremidades superiores, extremidades inferiores, tiene un cordón umbilical, unos genitales bastante ambiguos, la cabeza es muy rudimentaria”, detalló el médico tras la operación.
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Una recuperación positiva y una historia para la ciencia
La recuperación de Itzamara fue positiva. Pudo ser entregada a su madre tras la intervención y, desde entonces, ha evolucionado de manera estable.
La detección prenatal fue clave para evitar complicaciones futuras.
“Se han visto casos en los cuales se han diagnosticado a los 5, 6 años, es como una masa muy grande dentro del abdomen”, explicó el doctor Parra. Pero en este caso, “tenemos una situación bastante positiva porque es un gen muy pequeño y la demanda de gasto energético y del flujo sanguíneo que tiene para su hermana es mínima”.
El caso fue liderado por el doctor Miguel Parra Saavedra, ginecobstetra colombiano con formación en cirugía fetal en Europa y un doctorado en Medicina de la Universidad de Barcelona.
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