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Adolescente logra escapar del abuso de sus padres, quienes la encerraban en una jaula para perros y la violaban; decían que la niña era “educada en casa”

Su padrastro enfrenta cargos por agresión sexual y podrían condenarlos a cadena perpetua.

ESTADOS UNIDOS.- — Era de noche cuando una adolescente descalza tocó la puerta de su vecina en Blackwood, Nueva Jersey, y comenzó a hablar sin parar. Entre frases sobre jaulas, esposas, abusos y música de Queen, Susan Lacey comprendió que algo andaba muy mal.

La hija de sus vecinos le tocó la puerta

La joven —de 18 años, cabello mal cortado y un fuerte olor corporal— dijo que había pasado un año encerrada en una jaula para perros, esposada, sin poder ir a la escuela ni alimentarse bien, aunque sí podía sacar a los perros al jardín y escuchar música. Su padrastro a veces la tocaba, mencionó.

Tenía cicatrices en las muñecas y marcas visibles del encierro. Durante el año que pasó en la jaula, la esposaban las manos a la espalda, le dijo.

Susan le calentó un perrito de maíz y trató de calmarla. Hasta ese momento, solo la conocía como la hija de sus vecinos. Una joven que no había sido vista en público en años, supuestamente porque era educada en casa.

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Sus papás enfrentan cargos y cadena parpetua

El New York Times, donde se compartió esta historia, recontó que los fiscales del condado de Camden confirmaron que creen en los testimonios de la joven.

Brenda Spencer, de 38 años, y su pareja Branndon Mosley, de 41, enfrentan más de 30 cargos penales, entre ellos asalto agravado, secuestro, restricción criminal y delitos con armas. Mosley también está acusado de agresión sexual.

Ambos están detenidos sin derecho a fianza y podrían enfrentar cadena perpetua si son declarados culpables.

Durante las audiencias, la fiscal adjunta Kelly Testa reveló que Mosley confesó haber encerrado a la joven en una jaula, afeitado su cabeza como castigo y usado esposas metálicas.

Sobre los abusos sexuales, dijo que no recordaba haberla agredido sexualmente, pero era posible.

Spencer negó todas las acusaciones, mientras que su otra hija, de 13 años, declaró que no había sido maltratada.

Años en “escuela desde casa” sin que el sistema supiera

La joven fue sacada de la escuela desde sexto grado. Poco después, su hermana menor, entonces en segundo grado, también dejó de asistir tras un reporte de un ojo morado. Según los fiscales, los padres temían que la niña revelara que su hermana mayor vivía en una jaula.

Nueva Jersey no exige que los padres registren oficialmente a los niños educados en casa, lo que dejó a esta adolescente fuera del radar de las autoridades por años. Spencer incluso admitió haber renunciado a educarla tras una semana.

“Cuando se retira al niño de estar en público, ahí van los testigos”, advirtió Grace C. MacAulay, fiscal del condado de Camden.

“Estos son actos más que horribles, absolutamente abominables”, dijo en una entrevista después de la audiencia del mes pasado. “Lo que hicieron es más que atroz, y realmente es un acto que sería análogo a lo que alguien sufriría como prisionero de guerra: es una verdadera tortura”.

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Reportes de la policía anteriores

La policía solo había recibido reportes por ladridos en la casa de Mosley y Spencer. Tenían una jauría de gran daneses, un husky, mezclas de caniche y otras 24 chinchillas, reptiles y aves exóticas.

Su mamá tenía una cuenta de TikTok, thatcrazydanemom, donde compartía su pasatiempo de manejo de perros, y las competencias donde participaban.

La adolescente era obligada a limpiar sus jaulas, dormir en esa habitación y usar un balde como baño.

El día que escapó

El día que escapó, la joven debía recoger excremento de perro en el sótano, pero comenzó a caminar en círculos y cantar. Su padrastro la amenazó con “romperle la pierna”, y su madre simplemente le dijo: “Adiós, perra”.

Huyó descalza hacia casa de los Lacey. Su vecino Michael le prestó zapatos y trató de conseguirle refugio, sin éxito. Esa noche durmió dentro del auto de su vecino, con la alarma activada por seguridad.

Al día siguiente, comenzó a revelar la verdad en un hospital, lo que desencadenó la investigación. El 11 de mayo, su madre y padrastro fueron arrestados. Las niñas fueron puestas en “lugares seguros”, aunque las autoridades no dieron más detalles.

Mientras se dirigía al hospital, la joven se mostró de buen ánimo.

“Ella estaba feliz, dijo: ‘No voy a volver allí’”, recordó Susan, su vecina.

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Más que un caso aislado

Este caso ha despertado fuertes críticas al sistema de educación en casa sin supervisión. En Connecticut, un caso similar ocurrió en marzo: un joven encerrado durante 20 años fue rescatado tras prender fuego a su cuarto. En ambos estados, no hay exigencia de registro para estudiantes en casa.

“Me temo que casos como este se volverán más frecuentes”, dijo MacAulay, porque las personas abusivas “verán lo fácil que es ocultar estos delitos”.

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