Irlanda busca exhumar los restos de 796 bebés, arrojados a un tanque séptico, en un hogar religioso que separaba a madres solteras de sus hijos y las obligaba a trabajar sin paga
Entre 1925 y 1961, murieron en ese lugar 798 niños. De ellos, solo dos fueron enterrados en un cementerio.
DUBLÍN, Irlanda.– Autoridades irlandesas han iniciado la excavación de un tanque séptico donde se cree que yacen los restos de cerca de 800 bebés, dentro de las instalaciones de un antiguo hogar para madres solteras dirigido por monjas católicas, según reportó el New York Post.
La historiadora local Catherine Corless declaró a Sky News que se teme que los cuerpos hayan sido arrojados a un pozo negro en la antigua institución ubicada en la pequeña localidad de Tuam, en el condado de Galway.
Entre 1925 y 1961, murieron en ese lugar 798 niños. De ellos, solo dos fueron enterrados en un cementerio cercano, reveló Corless. Los 796 cuerpos restantes se cree que permanecen bajo lo que fue el Hogar para Madres y Bebés Bon Secours, demolido en 1971. Actualmente, el sitio se encuentra en proceso de remodelación para convertirse en un complejo de departamentos.
Las mujeres eran enviadas a ese hogar para dar a luz y permanecían internadas durante varios años, realizando trabajos no remunerados. Eran separadas de sus hijos, quienes luego eran entregados en adopción, en muchos casos sin el consentimiento de las madres ni de sus familias.
Este caso salió a la luz en 2014, tras una extensa investigación liderada por Corless. Diez años después, las autoridades han comenzado finalmente los trabajos forenses en el lugar.
Se estima que la identificación de los restos podría tardar hasta dos años, con el objetivo de darles sepultura digna y brindar un cierre a los familiares.
“No me importa si es solo un dedal, porque me dijeron que no quedaría mucho; a los seis meses, es principalmente cartílago más que hueso”, dijo a Sky News Annette McKay, cuya hermana se cree que es una de las 798 víctimas.
La madre de McKay, Maggie O’Connor, dio a luz en ese lugar tras ser víctima de una violación a los 17 años. Su bebé murió a los seis meses de edad. Según Annette, su madre se enteró de forma cruel:
“Estaba tendiendo la ropa cuando una monja se le acercó y le dijo: ‘El hijo de tu pecado ha muerto’”.
Actualmente, Annette McKay vive en el Reino Unido.
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