Así se hizo el primer eclipse solar total artificial
La ESA presentó las primeras imágenes captadas por el instrumento ASPIICS, que permitirán estudiar en profundidad el comportamiento del viento solar.
París, Francia.— Los dos satélites de la misión Proba-3, desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA), lograron por primera vez crear un eclipse solar total artificial en el espacio, ofreciendo a la comunidad científica horas de observación continua de la corona solar, un fenómeno imposible de alcanzar desde la Tierra con tal duración y precisión.
Durante el Salón Aeronáutico de París, la ESA presentó las primeras imágenes captadas por el instrumento ASPIICS, que permitirán estudiar en profundidad el comportamiento del viento solar y las eyecciones de masa coronal (CME), fenómenos cruciales por su impacto potencial en las telecomunicaciones, la energía y los sistemas de navegación.
Una coreografía de precisión en el espacio
La misión, que comenzó a operar desde marzo tras su lanzamiento a finales de 2024, emplea dos satélites volando en formación a 150 metros de distancia.
Uno de ellos, el Ocultador, bloquea la luz del Sol; el otro, el Coronógrafo, captura imágenes de la corona solar.
La sincronización entre ambas naves es tan precisa que su margen de error es de apenas un milímetro, equivalente al grosor de una uña.
“Nuestras imágenes son comparables a las de un eclipse solar natural, pero nosotros podemos crearlas en cada órbita de 19.6 horas y mantenerlas hasta seis horas”, explicó Andrei Zhukov, investigador principal del instrumento ASPIICS, instalado en el Real Observatorio de Bélgica.
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Ciencia sin interrupciones
A diferencia de los eclipses solares naturales —que duran solo minutos y ocurren esporádicamente— Proba-3 podrá generar hasta dos eclipses artificiales por semana, acumulando más de mil horas de observación solar durante su misión de dos años.
Esta capacidad única permitirá estudiar con un nivel de detalle sin precedentes las temperaturas extremas de la corona solar —que superan el millón de grados Celsius—, así como la dinámica de los flujos de partículas solares que afectan al clima espacial y pueden dañar infraestructuras tecnológicas en la Tierra.
Innovación europea
El instrumento óptico ASPIICS fue desarrollado por un consorcio industrial liderado por el Centro Espacial de Lieja (Bélgica).
Su diseño permite reducir drásticamente la luz dispersa, lo que mejora la visibilidad de las estructuras más tenues de la corona en comparación con los coronógrafos tradicionales.
“Este es solo el comienzo”, señaló Zhukov. “El potencial científico de Proba-3 es enorme, no sólo por la calidad de las imágenes, sino por la frecuencia y duración de los eclipses que podemos generar artificialmente.”